Mientras la Xunta de Galicia espera la respuesta a la duda planteada por el Tribunal Superior de Xustiza ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea a propósito de las autorizaciones de proyectos de parques eólicos, el alto tribunal gallego ha vuelto a dar la razón, de manera provisional, a las organizaciones ecologistas.
Esto, a su vez, significa un nuevo varapalo para la administración autonómica, puesto que al fin y al cabo conlleva la paralización de dos nuevos proyectos que, además, destacan por su importancia en cuanto a tamaño.
La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia, Adega, presentó una denuncia con petición de suspensión cautelar contra la autorización del Gobierno regional a los proyectos eólicos de Cunca y Mesada.
El TSXG ha dado a conocer su decisión en lo que supone otro fiasco para la política en la materia de la Xunta. En los autos correspondientes, los magistrados dan la razón a las pretensiones de Adega y suspenden cautelarmente las autorizaciones de ambos parques, impulsados por Green Capital Power y Aldesa Energías Renovables de Galicia.
Los dos parques que proponen ambas compañías se sitúan en el término municipal de Vila de Cruces, en la provincia de Pontevedra. En palabras de los responsables de Adega, las dos instalaciones “conforman un macroproyecto eólico de casi 50 MW de potencia junto con P.E. Rodeira”, que también ha sido paralizado de manera cautelar por el mismo Tribunal Superior de Xustiza el pasado mes de junio a instancias de la organización ecologista. Para la entidad, se consigue con estas medidas “el primer objetivo en el recorrido judicial frente a estos proyectos eólicos, buscando su anulación definitiva”.
Una vez más, los jueces han considerado que tanto en uno como en el otro supuesto se decide la medida porque existen “indicios de que los daños que estos proyectos ejercerían sobre el medio ambiente podrían ser irreparables”, han explicado desde la Asociación.
Máxima sensibilidad ambiental
Para alcanzar esta conclusión, el alto tribunal gallego ha tenido en cuenta “la prueba de que la mayor parte de las infraestructuras” que conforman los proyectos de estos parques eólicos “estarían construídas en una zona de máxima sensibilidad ambiental y cualificada como de ‘exclusión eólica’ según el mapa de zonificación ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica”. Ante esto, el propio TSXG, ha señalado la entidad naturalista, hace que «ponga en duda» si la evaluación de impactos haya sido «verdaderamente completa».
A lo anterior se suma que, para el alto tribunal, este documento de zonificación se considera “suficiente” para acreditar la concurrencia de valores ambientales protegidos que se ponen “en riesgo cierto» con las obras que proponen llevar a cabo las empresas.
En los autos del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia también se mencionan los argumentos de Adega, es decir, la proximidad de ambos proyectos a la Red Natura 2000 y a los espacios ZEC Sistema Fluvial Ulla-Deza, Brañas do Xestoso y Sobreirais do Arnego Sobre esto habla de «perniciosa» esta circunstancia y apuesta por la protección «íntegra, sin que pueda haber espacios protegidos rodeados de molinos» de aquellas zonas de interés medioambiental.
A lo anterior se añade el hecho, y así lo cita el alto tribunal, de que ambas instalaciones de salir adelante estarían situadas muy próximas a diversos núcleos de población.
Otro de los argumentos de Adega para oponerse a estos proyectos tiene que ver con la “afectación de especies amenazadas, bien con la categoría de vulnerable o en peligro de extinción”. También aquí da la razón la sala del TSXG a las peticiones de la entidad ecologísta. Precisamente, en relación con lo anterior, avisa sobre la necesidad de mejorar la “monitorización» de la presencia de las especies a la hora de preparar las declaraciones de impacto ambiental, con el fin de “evitar impactos irreversibles” en sus hábitats.
En este sentido, los magistrados han concluido que la construcción de estos parques podría causar un grave daño a valores ambientales sensibles.