«Me ha salido un trabajo, voy a atender a una señora mayor durante unos días. ¿Me puedes cuidar a los niños?«. Así empezó todo. Cuando hace dos meses la sobrina de Julieth le pidió que se quedara a cargo de sus tres hijos, la mujer no podía imaginar que la joven estaba a punto de desaparecer.
Liseth Arteaga, de 32 años, vive en Galapagar (Madrid), es madre de un niño y dos niñas, de 12, 14 y 15 años, y ha trabajado en hostelería y como cuidadora en residencias de ancianos. Desde el pasado 5 de agosto está en paradero desconocido.
El cumpleaños de su hija
Últimamente «estaba pasando una mala racha profesional y personal», explica su tía al canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica. Por eso, cuando Liseth contó a su familia que había encontrado un empleo en casa de una anciana, en Móstoles, todos se alegraron por ella. «Su hija mayor estaba a punto de cumplir 15 años y Liseth quería usar el dinero que ganara cuidando a la anciana para pagar la celebración del cumpleaños y para llevarse a la niña y a sus otros dos hijos de viaje a la playa, dijo que quería hacer algo especial con ellos», recuerda Julieth.
La familia de la mujer cree que nunca se marcharía voluntariamente sin sus hijos. / CEDIDA POR LA FAMILIA
«El 30 de julio me trajo a los niños a casa. Estuvo escribiéndonos y llamándonos a diario con normalidad, tanto a su hermana como a mí, preocupándose por sus hijos, hasta el 5 de agosto. Ese día habló con una de sus hijas, que sufre ataques de epilepsia, y le preguntó si había comprado su medicación. Fue la última vez que tuvimos noticias de Liseth», asegura su tía.
Conforme fueron pasando los días, la preocupación aumentó en la familia de la mujer: «Al principio creíamos que estaría muy ocupada con su nuevo trabajo», pero cuando Liseth no fue a la fiesta de cumpleaños de su hija mayor el 16 de agosto, todos tuvieron claro que «algo malo le había pasado» y decidieron denunciar su desaparición ante la Guardia Civil.
Liseth, junto a sus dos hijas. Su familia denunció su desaparición después de que la mujer no acudiera al cumpleaños de una de las niñas. / CEDIDA POR LA FAMILIA
La primera pista la aportó un amigo de Liseth, un chico marroquí, residente en la localidad madrileña de Collado Villalba, que llamó a la hermana de la desaparecida asegurando que la chica estaba en Almería: «Hace unos días me dijo que quería irse a vivir allí y que iba a mudarse», les anunció. Casi al mismo tiempo, otro hombre llamado Hicham escribió a la familia de la chica por Facebook apuntando en la misma dirección: «La he visto en Almería».
«Casi la mata»
Esa información alarmó de inmediato a la tía de Liseth, que sabía lo que unía a su sobrina con esa ciudad: «Estuvo viviendo allí tres años, con un joven almeriense que la estuvo maltratando casi toda la relación. Hace cinco años, me llamaron de un hospital y me dijeron que mi sobrina estaba ingresada allí porque él la había golpeado hasta casi matarla«, cuenta Julieth. «Después de aquello, Liseth lo denunció, cogió todas sus cosas y se vino a vivir con nosotros a Galapagar», recuerda la mujer.
«El exnovio de Liseth ingresó en prisión, pero creemos que ya está en libertad. Hace unos meses, en diciembre o enero, discutí con mi sobrina porque supe que había retomado el contacto con él. La pillé un día hablando con él por messenger, estaba muy contenta y yo le eché en cara que estuviera de risas con el hombre que la había intentado matar», añade la tía de Liseth.
Llamadas desde Almería
Julieth teme que la desaparición de su sobrina esté relacionada con su expareja: «la Guardia Civil da por bueno que al menos los primeros días Liseth estuvo en Almería, que hizo varias llamadas desde allí. Pero dicen que su exnovio ya no vive allí, que está trabajando en Alemania», explica Julieth.
La familia de la mujer cree que incluso aunque se marchara de manera voluntaria, algo ha podido torcerse e impedir que la chica pueda volver con sus hijos: «La conocemos y nos cuesta pensar que ella estaría tanto tiempo sin comunicarse con sus niños, sin preocuparse por ellos», señala.
Su marido y sus padres, asesinados
Liseth no ha tenido una vida fácil. Cuando ella era muy joven, sus padres y su marido, el padre de sus hijos, fueron asesinados en Colombia, su país natal. Ella se mudó a España, donde sus tíos y una de sus hermanas ya llevaban años viviendo. «Tuvo que hacer muchos sacrificios para traer a sus niños a España, le costó muchos años y, ahora que recién lo había conseguido, no es posible que los abandone de esta manera», opina su tía.
Julieth no sabe cómo explicar ya a los hijos de Liseth la ausencia de su madre, cómo consolarlos: «Solo queremos saber que no le ha pasado nada malo, para poder mirar a los niños a los ojos sabiendo que no les mentimos cuando les aseguramos que su mamá está en alguna parte, que está bien».
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