El 41 por ciento de los adolescentes españoles, o lo que es lo mismo, cuatro de cada diez, aseguran haber tenido un problema de salud mental o cree haberlo sufrido. Es la principal conclusión del Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024 que elabora conjuntamente la Universidad de Sevilla con Unicef.

El estudio también refleja que muchos de ellos no han hablado con nadie de este problema, en concreto 1 de cada 3. Más de la mitad ni siquiera ha pedido ayuda. De ellos, más del 60 por ciento no lo han hecho porque no quieren que otras personas se enteren de lo que les pasa.

La baja autoestima, el consumo de alcohol y otras drogas, así como los problemas de salud física se encuentran, según este informe, entre las causas que perjudican su salud mental.

Externamente, los adolescentes apuntan a cuestiones como ser víctima de bullying o ciberbullying o tener problemas familiares.

Por su parte, el informe también ha servido para mostrar los factores internos que los adolescentes identifican como favorecedores de la salud mental. El principal son los hábitos de sueño, el 74,9 por ciento aludían a ello. Mientras, el 62,3 por ciento hablaban del ejercicio físico. Un 50,6 por ciento señalaba una dieta equilibrada.

La buena relación con sus padres, clave

Entre los externos, un 82,6 por ciento aludía a una buena relación con sus padres y un 82 por ciento hablaba del apoyo de personas cercanas. De manera más general, un 78,6 por ciento señalaba la importancia de hacer las cosas que les gustan y hacen sentir bien.

El Barómetro, íntegramente elaborado con opiniones de los adolescentes, presenta otras cuestiones relacionadas con la salud mental.

Casi todos, el 98,5 por ciento dicen haber utilizado las redes sociales alguna vez. Mientras, el 73,5 por ciento asegura que nunca ha sentido estrés por la cantidad de información recibida sobre salud mental.

Asimismo, el 70 por ciento no ha empleado nunca o casi nunca las redes sociales para expresarse sobre la salud mental. Un 32 por ciento ha reconocido haber sentido la necesidad de mostrar en el mundo online una vida perfecta, sin ser cierto.

Las redes afectan más a las chicas

También son destacables las diferencias entre chicas y chicos. Más del doble de mujeres adolescentes (34,3 por ciento) que de mujeres (13,3 por ciento) se han compararado con personas que hacen gala de sus vidas perfectas en redes sociales. El 73,5 por ciento de ellas admiten que les afecta esto mucho o muchísimo, algo que solo suscriben el 50,8 por ciento de los chicos.

No obstante, no parece que estén muy extendidos los mitos sobre salud mental, aunque uno de cada cuatro adolescentes cuestionados creen que las personas con problemas de salud mental sienten vergüenza.

Aún así, 8 de cada 10 mantendrían una amistad con alguien que visite a un profesional de la salud mental. Solo un 16,2 por ciento creen que estas personas no se comportan bien como el resto en la clase.

La directora del estudio, Pilar Ramos, cree que «es urgente romper el estigma como sociedad y normalizar la petición de ayuda». Además, señala la importancia de intervenir en los centros educativos, ya que los jóvenes «piensan que no les van a guardar el secreto, que los orientadores no están suficientemente formados o que no tienen tiempo de atenderlos».

Por su parte, José María Vera, director ejecutivo de UNICEF, ha señalado como «fundamental promover desde todos los ámbitos acciones, campañas, iniciativas o formación que contribuyan a erradicar el estigma y los prejuicios».

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