La madre de Hanan, que vive en el sur del Líbano, estaba haciendo las maletas para irse a vivir a casa de su otro hijo. “Pensaba que era una zona segura, más que su propia casa”. Antes de que terminara de recoger el equipaje, el edificio contiguo al que iba a mudarse fue bombardeado por el ejército israelí. Desde sus nuevas casas en la Comunitat Valenciana, los palestinos Hanan Kaddoura, su marido, Hassan Al Sabeh, su amigo Ramadan El Ghamry y la colaboradora de la UNRWA en Valencia Rawaa Abu Abdou están todo el día pendientes del móvil. Desde hace un año, “el peor” de su vida, Hanan espera noticias y teme que sean malas, que la próxima vez su madre y su hermano no tengan tanta suerte, si se puede llamar suerte a seguir viviendo bajo las bombas. Han pasado el peor año de sus vidas, con parte de sus familias luchando por la supervivencia en Palestina y en Líbano.

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