Otra vez ha vuelto a suceder. Vox en Torrevieja toma una decisión y, poco después, aparece la ejecutiva provincial para desautorizar a sus compañeros en la Vega Baja. Si el pasado junio ocurrió con el apoyo de la edil Yolanda Cabezuelo a la lucha LGTBI y la dirección del partido salió para recordarle que tiene que ceñirse a las directrices que llegan a nivel estatal, en esta ocasión la polémica ha girado en torno a la figura de Miguel Hernández. El pasado viernes Vox Torrevieja se adelantó al resto de partidos de su municipio al pedir una declaración institucional para anular los juicios contra el poeta y ahora sale la ejecutiva provincial a enmendarles la plana.
Fuentes de la dirección alicantina de la formación ultra señalan que están en contra de la medida tomada en Torrevieja, ya que afirman que se apoya en la ley de Memoria Democrática que ellos rechazan, y defienden que la posición «oficial» del partido es la que han mostrado en los plenos celebrados en la Diputación de Alicante o el Ayuntamiento de Orihuela, en los que votaron en contra de la anulación de los juicios que condenaron al poeta y que desembocaron en su muerte en la cárcel a causa de la tuberculosis que sufría.
En pleno debate sobre Miguel Hernández, y a la espera de que el Gobierno haga un acto para reparar la figura del poeta oriolano, que, previsiblemente, tendrá lugar a final de mes, Vox sorprendió el pasado viernes en Torrevieja pidiendo una declaración institucional en la que se señala que el autor fue víctima del «sistema franquista sin garantías judiciales».
Esta extraña postura adoptada por la formación ultra en la ciudad salinera da continuidad a la que adoptó en junio, cuando su edil Cabezuelo asistió al despliegue de la bandera del Orgullo en el Ayuntamiento y a la lectura de un manifiesto LGTBI.