La visita a prisión de Kim Kardashian a los hermanos Menéndez coincidió con el estreno en Netflix de la serie ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez’ (Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story), la segunda temporada de la antología ‘Monster’, creada por Ryan Murphy e Ian Brennan. El morbo de ese hecho y de la propia ficción dispararon el interés por una trama que se mantiene en el número 1 de ‘series más vistas en España’ desde el 19 de septiembre. Ahora, se vuelve a dar otra coincidencia curiosa, Netflix echa más leña al fuego desde este martes 7 de octubre, con el estreno del documental ‘Los hermanos Menendez‘, en el que los condenados a cadena perpetua por asesinar a su padres hablan por primera vez en 30 años -aunque solo se escuchan sus audios- sobre el espeluznante crimen y los juicios que vivieron después, mientras la ‘socialité’ de las ‘socialités’ acaba de publicar un larguísimo artículo de opinión en NBC News donde clama por la liberación de los presos.
En su personal ensayo, la empresaria y defensora de la reforma de la justicia penal -quizá no todos sepan que desde 2019 estudia para abogada, la profesión que encumbró a su padre, Robert Kardashian, el famoso defensor en el mediático juicio de O. J., y hace prácticas en un bufete de San Francisco, asegura que Lyle y Erik «no son monstruos» y espera que sus «sentencias de cadena perpetua sean reconsideradas».
En su carta a la cadena de noticias, Kardashian considera que los hermanos «fueron condenados antes de que [su] juicio siquiera comenzara» debido a la atención mediática que rodeó el crimen.
Erik y Lyle fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, Kitty y José Menéndez, cometido en 1989 en su casa de Beverly Hills, California. Fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional después de dos juicios. Los hermanos tenían 18 y 21 años en el momento de los asesinatos.
Juicio-entretenimiento
«El caso de Erik y Lyle se convirtió en entretenimiento para la nación, su sufrimiento y sus historias de abuso fueron ridiculizadas en ‘sketches’ de ‘Saturday Night Live'», detalla Kardashian, para quien los hermanos habrían cometido el crimen en defensa propia después de «años de abuso y un miedo real por sus vidas».
«Los medios de comunicación convirtieron a los hermanos en monstruos y los convirtieron en objetos sensacionalistas: dos niños ricos y arrogantes de Beverly Hills que mataron a sus padres por codicia. No había lugar para la empatía, y mucho menos para la compasión», subraya la dueña de la firma Skims.
En su alegato describe a Erik y Lyle, en la actualidad, de 53 y 56 años respectivamente, como «hombres amables, inteligentes y honestos» y explica que la denuncia de los hermanos de abuso sexual a manos de sus padres habría sido tomada más en serio si en vez de chicos hubieran sido chicas, ya que, esgrime, «la conciencia pública del trauma del abuso sexual masculino era mínima [entonces]».
El caso de O.J. Simpson
Hay un dato muy curioso que Kim Kardashian expone en su alegato a favor de los Menéndez y de la idea de que no tuvieron un juicio justo. Da su visión como hija que es de Robert Kardashian.
Cuenta la ‘influencer’ que el primer juicio de los hermanos se celebró ante dos jurados separados, uno por cada hermano. «Sus denuncias de abusos formaron la base de su defensa, con familiares testificando a su favor. Después de escuchar estas pruebas, más de la mitad de los 24 jurados votaron no culpables de los cargos de asesinato, lo que dio lugar a jurados que llegaron a un punto muerto y juicios nulos, lo que supuso un duro golpe a la Fiscalía del Distrito de Los Ángeles», valora.
Poco después, el caso de los hermanos Menéndez continuaría su desarrollo en medio de otro caso de asesinato de alto perfil procesado por la misma oficina del fiscal del distrito. Más de cuatro meses después de los juicios nulos de los Menéndez, O.J. Simpson fue acusado de los asesinatos de su exesposa, Nicole Brown Simpson, y su amigo Ronald Goldman. «Luego, ocho días después de la absolución de Simpson, comenzaron los argumentos iniciales en el segundo juicio de Erik y Lyle», prosigue.
Según Kardashian, entonces «el juez cambió las reglas». «Ambos hermanos fueron juzgados juntos ante un solo jurado, gran parte de la evidencia de abuso fue considerada inadmisible y el homicidio involuntario ya no era una opción. A algunos testigos del primer juicio se les prohibió testificar sobre el supuesto abuso, privando a los jurados de evidencias cruciales. El fiscal, después de haber argumentado con éxito para excluir el testimonio de abuso, se burló de la defensa de los hermanos durante sus argumentos finales por no presentar ninguna prueba de abuso».
«Niños sin infancia»
En defensa del par de asesinos, Kim asegura que «en prisión, ambos tienen antecedentes disciplinarios ejemplares», destacando sus múltiples títulos universitarios y su trabajo como cuidadores en el centro penitenciario de San Diego.
«Se lo debemos a esos pequeños niños que perdieron su infancia, que nunca tuvieron la oportunidad de ser escuchados, ayudados o salvados», escribe como remate de su carta.
La defensa acérrima de Kardashian coincide también con el anuncio, la semana pasada, de la revisión del caso por parte del fiscal de distrito de Los Ángeles, George Gascón. «La oficina tiene la obligación moral y ética de revisar lo que se nos presenta», dijo. Tal como publicó ‘New York Times’, sus comentarios irían encaminados a investigar las denuncias de abuso sexual.
Suscríbete para seguir leyendo