Hace unos días Joan Laporta presentaba las cuentas del club anunciando a bombo y platillo el aumento del límite salarial hasta los 426 millones de euros. Cifra con la que duplicaban el dato anterior, lo que disparaba las expectativas del club, que pese a ello anunciaba unas pérdidas de 91 millones de euros durante el curso. Sin embargo, la tarea de ingeniería financiera de los azulgranas no concuerda con el criterio del auditor del Barça, la prestigiosa multinacional Grant Thornton, que, como anunciaba el medio especializado 2Playbook, se ha distanciado de las previsiones de los dirigentes culés apuntando algunas correcciones necesarias en esas cuentas.
60 millones ingresados de 200 previstos
La multinacional advierte que «no se debería mantener la valoración» de 208 millones de euros por el 51% de Barça Vision, el brazo digital del club. «Debería ser objeto de deterioro», afirma en su escrito, por tres cuestiones de peso: «El incumplimiento por parte de los socios de Bridgeburg Invest del calendario de pagos», «la suspensión de las acciones previstas» para integrar esta filial dentro de Barça Media y sacarla a Bolsa, y «la falta de cumplimiento de los planes de negocio previstos».
En las cuentas del ejercicio 2022-2023 el auditor ya advirtió del riesgo de generar 800 millones de euros en ingresos extraordinarios para estabilizar la economía del club. Y esta vez ha exigido contemplar como incobrable lo que no se ha ingresado por la venta parcial del brazo digital y audiovisual, además de los 60 millones que deberían cobrarse en junio de 2025 y que hay un riesgo evidente de que esto no ocurra.
Si se analiza la cifra de negocio, esta retrocedió un 8% interanual y un 5% sobre el presupuesto, con 731,9 millones de euros en 2023-2024. El traslado al Estadio Olímpico de Montjuïc provocó una caída del 31% en ingresos por competiciones (86,1 millones) y del 54% en socios-abonados (29,9 millones). 15 millones menos de lo que se presupuestaba ingresar y 75 millones menos respecto al Camp Nou. La caída del área comercial fue del 4% interanual y del 7% sobre lo presupuestado, hasta 373,7 millones en 2023-2024. Los ingresos de explotación aportaron 30,4 millones y la venta de jugadores dejó una plusvalía neta de 68,27 millones.
Entre las buenas noticias destaca que los ingresos por televisión aumentaron un 12% (242,2 millones) gracias a que el equipo llegó a cuartos en Champions League. Y la masa salarial cumplió lo previsto, con 494,6 millones, dejando el ratio de gasto en plantilla deportiva sobre cifra de negocio en el 68%. Lo que permitiría al Barça entrar en los límites exigidos por UEFA, operaciones extraordinarias al margen.
En resumen, el Barcelona se apuntó 408 millones de ingresos, aún a sabiendas de que era dinero de origen poco claro porque procedía de inversores aparecidos sobre la campana. En su momento el auditor compró eso a los ejecutivos azulgranas, pero ahora no quiere pillarse las manos y deja claro que al club sólo le han pagado 60 millones de los 200 previstos, que aún no ha sido capaz de sacar a bolsa Barça Vision y que el plan de negocio no se está cumpliendo. Laporta tiene que seguir achicando agua y el auditor ya no compra todo lo que le cuentan los dirigentes azulgranas.