El Senado acogerá en diciembre la sexta edición de la Cumbre Transatlántica de la organización Red Política por los Valores -conocida por sus radicales posicionamientos antiaborto-. La presión del Gobierno para que el PP dé marcha atrás en la cesión de una sala de la Cámara Alta -después de que el PSOE también aceptara la solicitud en la reunión de la Mesa- para este acto no tiene visos de prosperar. El presidente del Senado, Pedro Rollán, tiene encima de la mesa escritos de varios partidos (además de los socialistas, también ERC, EH Bildu y BNG) que se lo piden «en aras a garantizar su decoro y su necesaria imparcialidad política».
La organización está presidida por el líder chileno de ultraderecha, José Antonio Kast, que representa la segunda fuerza política en su país. Pero en su junta directiva también hay un español, el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja, que a su vez dirige la Fundación NEOS, hermanada con la organización de Kast. De hecho, Mayor Oreja es uno de los ponentes en esta cumbre. Ya lo ha sido antes en otros actos celebrados en el Senado durante la pasada legislatura.
A finales de febrero de 2022, por ejemplo, la fundación NEOS promovió un acto en la Cámara Alta -también en presencia de senadores del PP y Vox- en contra de la modificación del Código Penal que sanciona el acoso a las mujeres que acuden a centros a interrumpir voluntariamente su embarazo o informarse sobre ello. En ese momento al frente de la presidencia del Senado estaba el socialista Ander Gil. En el acto, el exministro del Interior del PP afirmó ante el resto de ponentes: “Reformar todo un Código Penal para prohibir rezar frente a un abortorio demuestra que su proyecto de ingeniería social está enfermo. No tienen límites”.
Un año antes, en febrero de 2021 -entonces bajo la presidencia de la exministra del PSOE, Pilar Llop– la Cámara Alta acogió un acto de la Asamblea por la Vida, una alianza de 140 asociaciones en España. Se celebró en la Sala Campoamor y los ponentes defendieron un manifiesto en el que pedían votar en contra de la ley de eutanasia.
Allí los participantes insistieron en alzar la voz para “que desaparezca la incompetencia cultural en defensa de la vida”. Mayor Oreja, en concreto, elevó el tono con frases muy duras: «Pretenden cambiar una sociedad por otra, desde sus raíces, y lo están haciendo sin ruido, con silencio. En los años 40, nazis y comunistas recurrían a la propaganda, pero ahora prefieren el silencio. Así, meten la ideología de género en los colegios, sin que la gente lo sepa, y ahora la eutanasia».
“No hay vinculación de ningún tipo”
Con estos precedentes encima de la mesa, dicen algunas fuentes del PP, “tendría poco sentido” oponerse a que ponentes que ya han participado en actos similares bajo la presidencia del PSOE, lo puedan hacer ahora.
Algunos dirigentes sí reconocen que quizá habría que revisar formalmente el tipo de actos que se celebran en la Cámara Alta o las organizaciones que los encabezan, para evitar improvisaciones o decisiones con sesgo ideológico.
El origen de esta polémica está en el 17 de julio, cuando la Mesa del Senado aprobó por unanimidad “autorizar” la cesión de una sala para la celebración de esta cumbre encabezada por distintas organizaciones y dirigentes de extrema derecha.
Aunque el PSOE insiste después de la polémica en que no hubo una votación como tal – “se coló de una manera colateral, no se hablaba en ningún momento de cuáles eran los fines”, dicen los socialistas- en el PP aseguran que en la solicitud figuraba el nombre de la organización y no la temática concreta. En todo caso, dicen, figuraban quienes eran los promotores. “Y los miembros del PSOE no se opusieron”, remachan.
En todo caso, en el Senado insisten en que “no se generan gastos a cargo de la Cámara”, ni tampoco implica “ningún tipo de vinculación” porque ninguno de los miembros de la Mesa participarán en la misma. Ni habrá inauguración ni clausura.
En el PP insisten en que tampoco hubo “ningún tipo de oscurantismo” y cargan las tintas contra los socialistas, “que ahora quieren enmendar su propio voto” y también «decisiones de otras presidencias por lo visto”.
En el caso de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo fue informado de que esta organización -vinculada a Mayor Oreja, además de Kast, aliado natural del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, igual que de Donald Trump, y que de hecho estuvo en el cónclave de Vox en Madrid hace unos meses- quería celebrar un acto en el Senado. Al haberse producido otros antecedentes los populares optaron por no oponerse.