Ni cuatro meses han permanecido blancas las paredes de la zona baja del pabellón de Aragón, en el recinto Expo. El pasado mes de junio, después de muchos años de abandono, el Ejecutivo autonómico –propietario del inmueble– decidió ejecutar un lavado de cara al edificio como paso previo a su recuperación. Entonces se pintó la estructura de hormigón que sostiene el módulo central y que estaba llena de grafitis. Pero poco ha durado el blanco impoluto: los muros ya están de nuevo llenos de pintadas. 

Fuente