Con el firme objetivo de proteger a una de las especies de tiburón martillo más amenazadas del mundo, un grupo de científicos ha propuesto crear una ‘zona de exclusión pesquera’ en la costa del Océano Pacífico en Colombia. Esta área, conocida como de ‘no-take zone’ (de no extracción), tendría el objetivo de evitar la sobreexplotación pesquera y garantizar la conservación de una especie de tiburón martillo muy poco conocida: la cornuda coronada (Sphyrna corona), en peligro crítico de extinción, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La cornuda coronada es la más pequeña de las nueve especies reconocidas de tiburones martillo. Alcanza una longitud máxima de 92 centímetros. Posee una cabeza en forma de mazo que es moderadamente ancha y constituye entre el 24% y el 29% de su longitud total.
Presenta color es gris en la parte superior y blanco en la inferior, sin marcas notables en las aletas. Su dieta incluye crustáceos, moluscos, cefalópodos, equinodermos y peces óseos. Se alimenta en el fondo marino o en sus inmediaciones.
A diferencia de sus parientes más grandes y emblemáticos, este tiburón ha recibido hasta ahora poca atención por parte de la ciencia, lo que ha limitado considerablemente los esfuerzos de conservación.
Sin embargo, un reciente estudio, liderado por biólogos marinos de la Universidad Internacional de Florida, ha arrojado luz sobre el comportamiento de esta especie y su limitada movilidad, lo que sugiere una oportunidad única para protegerla de manera efectiva.
El estudio, publicado en la revista ‘Marine Ecology Progress Series’, utilizó telemetría acústica para rastrear los movimientos de 25 tiburones adultos dentro del parque nacional natural Uramba Bahía Málaga. Esta técnica permite monitorear los desplazamientos submarinos mediante señales de sonido.
Vulnerable a la sobrepesca
Los resultados mostraron que estos tiburones pasan la mayor parte del tiempo en una pequeña área de 1,4 kilómetros cuadrados dentro del parque nacional. Además, tienden a permanecer en áreas muy reducidas, con un promedio de uso espacial de apenas 0,3 kilómetros cuadrados, lo que los hace especialmente vulnerables a la sobrepesca.
No obstante, también ofrece una ventaja: la creación de una pequeña zona de no extracción bien ubicada y administrada podría ser «extremadamente efectiva para su protección», según los autores.
Los datos obtenidos en el estudio revelaron que los movimientos de estos tiburones están influidos por las mareas y el ciclo día-noche: pasan menos tiempo en el área durante la marea alta y por la noche, lo que sugiere una mayor actividad y desplazamiento en esos momentos.
«Los esfuerzos de conservación localizados, en colaboración con las comunidades pesqueras locales, son la estrategia más efectiva para proteger esta especie», señala Diego Cardeñosa, coautor principal del estudio, primero en su tipo que se ha hecho para la cornuda coronada.
La propuesta sugiere que la zona de no extracción abarque una franja de menos de 2 kilómetros a lo largo de la costa, extendiéndose alrededor de otros 2 kilómetros mar adentro. «Esto cubriría una parte significativa del área utilizada por esta especie, ofreciendo una barrera efectiva contra la pesca que pone en riesgo su supervivencia», apuntan los autores.
Dada la vulnerabilidad de esta especie y su comportamiento de permanencia en áreas pequeñas, una intervención rápida y eficiente podría tener un impacto significativo en su preservación.
Estrategia de conservación sostenible
Uno de los aspectos más importantes de esta iniciativa es que el área propuesta para la conservación también tendría en cuenta las necesidades de las comunidades locales. La región del Pacífico colombiano es una de las más explotadas por la pesca a pequeña escala, lo que representa una amenaza considerable para la biodiversidad marina.
Solo el 7% de la costa está protegida actualmente, y apenas tres parques nacionales marinos se encuentran en la zona. Por ello, los investigadores han subrayado la importancia de trabajar en conjunto con las comunidades locales para crear una estrategia de conservación sostenible y respetuosa con los recursos de la población.
La información obtenida a partir de los datos de telemetría se ha compartido con las comunidades cercanas al parque nacional. En colaboración con los líderes locales, el objetivo es establecer una zona de no extracción que no solo prohíba la captura de estos tiburones, sino que también proteja los recursos pesqueros de los cuales dependen muchas familias.
La creación de una zona de exclusión turística y de no extracción en esta región del Pacífico colombiano, según los autores podría ser un paso crucial para salvar al tiburón cornuda coronada de la extinción.
«Si se implementa de manera efectiva, esta medida no solo protegerá a esta especie amenazada, sino que también garantizará la sostenibilidad de los ecosistemas marinos locales, en beneficio tanto de la biodiversidad como de las comunidades que dependen de ellos», según los autores.
Además, la propuesta de los científicos es que esta zona esté bajo la administración de las propias comunidades locales, promoviendo «una gestión sostenible y participativa de los recursos naturales«.
Informe de referencia: https://www.int-res.com/abstracts/meps/v743/p47-63/
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