El expresidente estadounidense y candidato presidencial, Donald Trump, aseguró este sábado, en su regreso al escenario de su intento de asesinato en Pensilvania, que el «enemigo interno es más peligroso» que el externo y que quizá ordenaron su muerte en el atentado de julio.
A un mes de las elecciones del 5 de noviembre, Trump regresó al pueblo de Butler (Pensilvania), donde Thomas Matthew Crooks, un joven con problemas mentales, disparó contra el candidato, hiriéndole en la oreja derecha y matando a Corey Comperatore, uno de los asistentes.
Trump apeló al miedo a un «enemigo interior, que es más peligroso que el exterior” y dijo que su victoria tiene que ser masiva para que no puedan «robarle» las elecciones, alentando de nuevo las dudas sobre la legitimidad de las elecciones si no gana.
«En los últimos ocho años han intentado detenernos para poder llegar a nuestro gran futuro. Me han atacado, me han intentado eliminar con un impeachment, me han imputado, intentado eliminarme de las papeletas de voto y tal vez quizá matarme”, indicó el expresidente.
Trump regresó al mismo escenario al aire libre de su atentado en este pueblo de la Pensilvania rural junto con su compañero de fórmula, JD Vance; el magnate Elon Musk y su hijo Eric, que estuvo acompañado de su esposa, Lara Trump, copresidenta del Comité Nacional Republicano.
El exmandatario dijo que el tirador, que fue abatido por francotiradores, «quiso acabar con el movimiento MAGA (siglas en inglés de Hacer a EEUU grande de nuevo). El movimiento más grande que ha visto nunca este país», algo que ha llevado a Trump a convertirse en una figura que ha dejado en la sombra al longevo Partido Republicano.
Musk, que fue ovacionado en el escenario, intervino brevemente para pedir el voto por Trump, recordar que hay que registrarse para votar e incidir en las teorías, no fundamentadas en los hechos, de que los demócratas quieren acabar con el derecho al voto.
«Quieren arrebatarnos nuestro derecho a votar. Si no ganamos no podremos votar nunca más», aseguró Musk.
Trump recordó que Pensilvania es clave para su victoria en noviembre y que si gana el estado llegará a la Presidencia, al tiempo que dijo que, según algunas encuestas, está consiguiendo aumentar los apoyos entre los latinos.