Difícil cuantificar cuánta gente ha podido cantar en algún momento ese estribillo que dice «dije que te olvidé, pero no te había olvidado, también dije que te superé, pero no te había superado…». Tampoco cuánto del público que había este domingo en el Espacio Zity de Valdespartera para escuchar a Manuel Turizo en su concierto de las Fiestas del Pilar había acudido por esa canción (se llama El merengue, por cierto) o si vamos más allá por Una lady como tú (canción con la que se hizo un hueco en la élite el colombiano) o por La bachata. Obviamente, sonaron las tres durante el concierto que ofreció anoche el artista colombiano.
Pero más allá de dudas sin resolver, lo que sí dejó claro Manuel Turizo es que tiene un repertorio muy concreto que repasa de manera contundente durante sus actuaciones y que (ojo, que por la mañana había actuado ya en Madrid por los actos del Día de la Hispanidad) tiene energía y ritmo para rato. Suyas son piezas como La nota, Mala costumbre, Amor en coma, Copa vacía, Desconocidos, Te quemaste, Los cachos, Vaina Loca Remix, 1000 cosas, Déjala que vuelva, Esperándote y Vagabundo, entre otras. Y está claro que, con ellas, ha conseguido una de las cosas más difíciles para un artista, la comunión con el público. Y lo ha hecho con una apuesta que parece decir que él desde su escenario no deja de ser como sus seguidores, con decepciones y aventuras convertidas en canción…. con su ración de autotune.
Manuel Turizo / Miguel Ángel Gracia
Tras el concierto de Turizo ha sido el momento de otro gran nombre de la escena musical en estos ambientes, Juan Magán. El disc jockey se ha hizo pronto con el público aprovechando también el tirón que había dejado Turizo y elevó la temperatura (si es que eso aún era posible) del Espacio Zity unos graditos más.
Fue una de las grandes noches de la carpa de Valdespartera que solo lleva tres días abierta y ya ha acogido citas que se recordarán al final de las Fiestas del Pilar. En cualquier caso, es algo que se podría esperar del, no lo olvidemos, el recinto más grande de los Pilares.
No fue el único gran concierto del domingo ya que el pabellón Príncipe Felipe vivió el regreso del libanés Ara Malikian (que residió en Zaragoza y está casado con la aragonesa Nata Moreno) que volvió a desplegar su maestría con el violín para reconvencer a los espectadores de que la música clásica es música ante todo y que puede llegar a toda clase de personas eliminando de un plumazo la idea (aún superviviente en algunos sectores) de un supuesto elitismo.
También fue el día de la apertura de dos espacios en los que el ayuntamiento ha concentrado su programación musical, la explanada del Centro Cívico Estación del Norte y el Jardín de Invierno. En el primero, muy coreada fue la actuación de Niña polaca que concitó a bastantes espectadores en una tarde que abrieron los locales Mediapunta.
En el escenario del Parque Grande José Antonio Labordeta, por su parte, los primeros artistas que descargaron su música en los Pilares de este año fueron La perra blanco y The new tones. Y lo mejor es que esto acaba de empezar.