El expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha reunido este sábado a sus seguidores en un mitin celebrado en Butler, la ciudad del estado de Pensilvania donde el pasado julio sobrevivió a un intento de asesinato, resultando herido en una oreja.
«Regreso a Butler tras la tragedia y el dolor para transmitir un mensaje sencillo al pueblo de Pensilvania y al pueblo de Estados Unidos: Nuestro movimiento para hacer que América vuelva a ser grande está más fuerte, más orgulloso, más unido, más decidido y más cerca de la victoria que nunca», ha asegurado ante los asistentes.
Pese a ello, Donald Trump ha pedido el voto «masivo» para que no puedan «robarle» las elecciones, alentando de nuevo las dudas sobre la legitimidad de los comicios si no gana. Además, el candidato republicano ha alertado de la existencia de un «enemigo interno» y ha insinuado que «quizá» ordenaron su muerte en el ataque de julio. «En los últimos ocho años han intentado detenernos para poder llegar a nuestro gran futuro. Me han atacado, me han intentado eliminar con un impeachment, me han imputado, intentado eliminarme de las papeletas de voto y tal vez quizá matarme», ha denunciado.
No es la primera vez que Trump realiza esta acusación. A mediados de septiembre, señaló al presidente Joe Biden y a la vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, de utilizar una «retórica» que ha motivado que le hayan disparado ya dos veces en los últimos meses. «Ellos son la verdadera amenaza», dijo después del tiroteo cerca de donde jugaba al golf en Florida, un incidente que el FBI investiga como «posible intento de asesinato» contra el magnate.
Durante toda su intervención, Trump se ha dirigido al público tras un cristal protector, lo que evidencia la seguridad reforzada tras el ataque del 13 de julio, que hirió al republicano y acabó con la vida de Corey Comperatore, un hombre de 50 años del que Trump ha dicho que era «un padre cariñoso y devoto, un hombre realmente grande».
En homenaje al fallecido, se ha guardado un minuto de silencio, seguido de una interpretación del ‘Ave María’ por el cantante Christopher Macchio. Además, se habían colocado en las gradas una chaqueta y un casco de bombero con apellido, mientras el público coreó su nombre, según relata la cadena estadounidense CNN.
El republicano ha estado acompañado por su candidato a la vicepresidencia estadounidense, JD Vance, y por el multimillonario Elon Musk, a quien Trump ha ofrecido un papel en su próximo gobierno.
Desde el escenario, el presidente de Tesla y la plataforma X ha reiterado su apoyo a Trump: «La verdadera prueba del carácter de alguien es cómo se comporta bajo el fuego. Tuvimos un presidente que no podía subir un tramo de escaleras y otro que chocaba los puños después de recibir un disparo. Así que, ¿quién quieres que represente a Estados Unidos?», ha declarado. Además, ha acusado a los demócratas de pretender terminar con el voto: «Quieren arrebatarnos nuestro derecho a votar. Si no ganamos no podremos votar nunca más», ha asegurado.
Otro de los principales donantes del republicano, el multimillonario John Paulson, también ha intervenido brevemente. «Cuando sea elegido presidente, dará a Estados Unidos el mayor auge económico que jamás hayamos visto», ha dicho el que sería Secretario del Tesoro en una futura administración Trump.
El magnate se presenta de nuevo como candidato republicano a unas elecciones en las que se enfrentará a Harris, quien ha sido nombrada como aspirante demócrata después de que Biden diera un paso atrás y retirara su candidatura en medio de críticas de propios y ajenos en torno a su estado de salud y tras un mal desempeño en un debate cara a cara en junio.