La primera en ACB no tuvo mucha historia, ni mucha dificultad, pero si fue otro paso adelante del equipo a la hora de implementar el estilo de su entrenador. Un Joventut que viajó en tren desde Barcelona y llegó poco antes del partido a Valencia, y sin Ante Tomic, no fue el rival más complejo. Pero los taronja no lo fiaron todo al acierto, a una cómoda noche de puntos. Nada de eso. La puntería, como está ocurriendo, puede fallar, la defensa, no.
El Valencia Basket empezó sin tino. Fallando y fallando muchas situaciones aparentemente transformables en puntos. La Penya, a su ritmo, iba moviendo la pelota con paciencia, como queriendo enfriar el juego, frenarlo. Pero dos robos metieron un 4-11 en el minuto siete y con Pedro Martínez teniendo que llamar a los suyos a capítulo. Hasta ese tiempo muerto, 2 de 16 en tiros de campo.
La reacción no tardó. 8-11 con el primer destello de Happ, un buen reverso por línea de fondo que hizo que Dani Miret pidiera minuto. Cerró el cuarto 15-13 el cuadro local.
El segundo siguió con mucho error en tiros trabajados. La puntería le puede fallar, la defensa es esfuerzo y mentalidad. Doce pérdidas forzadas y control del rebote. Once puntos concedidos en diez minutos. Pedro Martinez. Ojeleye, 12 puntos, el más resolutivo. 34-24 y a vestuarios.
A la vuelta se rompió el encuentro. Con defensa y momentos creativos de Montero o Jovic, los locales se divirtieron en este tramo. Un triple de Ojeleye puso la máxima, 62-40. El cuarto de veinte lanzamientos desde el arco. Y aún así, esa diferencia. En la pintura los catalanes no podían contener a Valencia Basket, 34-16 en puntos interiores. Tomic se nota mucho.
El resto fue de gestión de la ventaja y de probar mezclas en pista. En ninguna entró Filipovic, cuando parecía que con más entrenamientos y marcador holgado sería su momento. No. Los dos que bebieron confianza fueron Sestina y Happ, de hecho este último casi cierra la Fonteta. Pasadas las 11 de la noche aún estaba tirando sólo a canasta, mientras casi todos sus compañeros salían con sus familiares rumbo a casa. Es un poco el reflejo del equipo. Puedes fallar, pero no dejar de trabajar. El final de partido de Jean Montero, otra muestra. Tres rebotes ofensivos seguidos. El artista, con pico y pala. Pedro Martínez.