Demi Moore (Rosswell, 1962) está de vuelta, en el cine y en la vida. Protagoniza uno de los estrenos más esperados de la temporada, ‘La sustancia‘, que transforma el mito de Dorian Gray en una película de ‘body horror’: una actriz y gurú del fitness en la edad madura se entera de que va a ser despedida y descubre una droga inyectable que promete devolverla a su versión más joven y voluptuosa (Margaret Qualley, en la ficción). El peaje es estremecedor. La cinta, que impactó en Cannes, lleva al extremo la tiranía sobre el físico de las actrices: su directora, Coralie Fargeat, tenía claro que era Demi Moore quien debía protagonizarla. 

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