El exjugador de balonesto Magic Johnson apeló este viernes a los hombres afroamericanos para que voten por la candidata demócrata a la Casa Blanca, la vicepresidenta Kamala Harris.
«El oponente de Kamala (el expresidente Donald Trump) prometió muchas cosas a la comunidad negra la última vez, cosas que no cumplió. Debemos asegurarnos de que los hombres negros entiendan eso«, dijo Johnson durante un mitin de Harris en Flint (Míchigan).
«Por eso estoy aquí: para asegurarme de que los hombres negros comprendan la importancia de salir a votar y luego votar por la próxima presidenta de los Estados Unidos«, añadió el reconocido deportista.
Aunque la comunidad afroamericana ha apoyado tradicionalmente a los demócratas de forma abrumadora, algunas encuestas indican que Trump está logrando atraer algo de voto masculino.
«Tenemos que llamar a la gente. Tenemos que tocar puertas. Antes y después de ir a la iglesia, no durante, pero sí antes y después», dijo el ganador de cinco anillos de la NBA con Los Angeles Lakers.
Originario de Míchigan, Johnson es activo políticamente y apoyó en campaña tanto al ahora presidente, Joe Biden, como al expresidente Barack Obama (2009-2017) en los ciclos anteriores.
Sobre Harris, Johnson aseguró que se trata de una candidata «inteligente, fuerte y apasionada».
«Nadie va a trabajar más duro que ella. Está comprometida con ustedes, con el pueblo de Estados Unidos, el pueblo de Míchigan. Será una presidenta para todos», aseguró Johnson.
Además, el exjugador de baloncesto destacó que este 2024 «es el año de las mujeres».
«Acabamos de ver lo que hizo México al elegir (a Claudia Sheinbaum) a su primera presidenta. Ya saben a dónde voy con esto. Asegurémonos de que en Estados Unidos elegimos a nuestra primera presidenta: Kamala Harris», añadió.
A 32 días de los comicios del 5 de noviembre, la campaña de Harris está apretando el acelerador en el puñado de estados que, como Míchigan, están llamados a decidir las elecciones.
Antes del mitin de Flint, la vicepresidenta participó en otro acto de campaña con trabajadores y sindicalistas en Detroit y también tenía previsto reunirse con líderes de la importante comunidad árabe de Míchigan, desencantados con su Gobierno por el apoyo a Israel y a la guerra en Gaza.