«Las emociones de la profesión docente» es el título de la conferencia que impartirá el martes, 8 de octubre Miguel Ángel Santos Guerra, Catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Málaga, padre de la Evaluación docente en España. Le presentarán Celestino Rodríguez Pérez, Decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad de Oviedo y Alejandro Rodríguez Martín, Director del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo.
La vida de las y los docentes está llena de dificultades y contratiempos, de esfuerzo y de incertidumbre, de sinsabores y de preocupaciones, de dudas y de constante inquietud. Pero también de profundas y gratificantes emociones. De todo ello, de las emociones y de los sentimientos de la profesión docente y de los que se generan en los centros educativos es lo que hablará el martes 8 de octubre en el Club Miguel Ángel Santos Guerra, Catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Málaga, leonés de nacimiento, malagueño de adopción y asturiano de corazón.
Honoris Causa por la Universidad de Oviedo
Santos Guerra será nombrado doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo el jueves, 10 de octubre. Se trata del más alto grado de la universidad española por ser un eminente académico vinculado al ámbito de la Pedagogía, la formación de maestras, maestros y profesorado en general y destacado investigador por sus aportaciones y compromiso transformador de la educación como un eje clave para los avances sociales. Es autor de numerosas obras vinculadas directamente con la dirección y organización escolar, la didáctica, el valor de la pedagogía y la formación del profesorado.
Enseñar, una forma de ganar la vida de los otros
Siempre que se tiene ocasión de leer y/o escuchar a Santos Guerra, él tiene palabras de aliento, de ánimo y de reconocimiento hacia la profesión docente situando a la formación inicial y permanente como dos ejes claves para mejorar el reconocimiento social, el valor personal y el impacto que las y los docentes tienen en el conjunto del sistema y, especialmente, en las vidas del alumnado. Para él, la labor de formación de docentes no debe circunscribirse a la mera adquisición de habilidades técnicas orientadas en exclusiva al “saber” o el “saber hacer” sino en el diseño, elaboración y planteamiento de un currículum que tenga en cuenta, fundamentalmente, el “saber ser”.