Javi Guerra es un activo demasiado importante como desaprovecharlo en plena crisis de fútbol y resultados del Valencia. El centrocampista se quedó sin minutos en Butarque por primera vez desde que irrumpió en el primer equipo en abril de 2023. Sesenta partidos después, el de Gilet no fue utilizado por Rubén Baraja y vio todo el partido desde el banquillo. Algo que nunca antes le había pasado durante sus 59 partidos oficiales de Liga y Copa en los que había sido convocado.
Siempre fue una opción para el Pipo. De titular o como suplente. Contra el Leganés se quedó peligrosamente a cero por primera vez desde su salto al primer equipo. Un aviso al jugador y al mismo tiempo un lujo prohibido para este Valencia en puestos de descenso con serios problemas en fase de construcción. El entrenador está obligado a recuperar su mejor versión. El equipo lo necesita más que nunca.
Sin continuidad
Baraja de momento no ha sido capaz de sacar el mejor rendimiento de Javi Guerra esta temporada. La apuesta del Pipo por el ‘8’ como pareja de Pepelu en el doble pivote duró dos partidos: Barcelona (86’) y Celta (61’). Después de dos suplencias consecutivas contra el Athletic (8’) y el Villarreal (8’) recuperó la titularidad como tercer mediocentro o segundo delantero en la goleada del Metropolitano. A pesar de la abultada derrota contra el Atlético (79’), Javi tuvo continuidad en la misma posición por detrás del delantero contra el Girona (88’) firmando su mejor actuación de la temporada. Mestalla le aplaudió como hacía tiempo que no pasaba y el técnico reconoció su «buen partido» en sala de prensa con un toque de exigencia incluido.
«Siempre que me preguntáis por Javi Guerra os digo que tiene unas condiciones brutales y debe convertirlas en rendimiento. Contra el Girona Javi hizo muy buen partido, aun así, aun así tenemos que exigirle más» dijo a las puertas del Valencia-Osasuna. A pesar de ser importante para el equipo en la primera y única victoria del equipo esta temporada, Javi fue el único jugador que se cayó del once inicial tres días después contra Osasuna (28’) en Mestalla. «La suplencia de Javi no tiene ningún componente extraño, simplemente ha sido porque André Almeida corta entre líneas y juega por fuera», explicó Baraja. Guerra volvió a escena en la debacle contra la Real Sociedad con consecuencias: fue sustituido en el minuto 62 y se quedó sin jugar el sábado en Leganés.
Una tecla sin solución
Baraja no da con la tecla de Javi Guerra. La historia se remonta a la temporada pasada. Su expulsión contra el Getafe por menospreciar al árbitro («eres malísimo» según el acta) castigada con dos partidos de sanción (Barcelona y Rayo) supuso un punto de inflexión en la relación de confianza entre el técnico y el jugador. El Pipo apostó por Hugo Guillamón en el doble pivote coincidiendo con la mejor racha de la temporada y comenzó sin suerte una búsqueda por encontrarle encaje en el once titular como segundo punta o falso hombre de banda fuera de su hábitat natural.
Javi, titular en el doble pivote junto a Pepelu en las dos últimas victorias como visitante contra el Granada (90’) y Osasuna (88’) se cayó en el tramo final de la temporada como el resto del equipo perdiendo también su sitio en las prelistas de la absoluta española.
Las cosas no han ido a mejor para Javi Guerra esta temporada. Para Baraja fue insuficiente su pasito al frente contra el Girona: «Ha de pensar en mejorar. Que cuando haga un buen partido, piense que ese ya pasó y el siguiente ha de ser igual, no se vive de lo que hace el día anterior». Butarque fue otro aviso.
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