Hay ciertos rincones de la casa que acumulan suciedad que es muy complicada de eliminar. Es el caso de los rieles de las ventanas y las puertas corredera. A menudo el polvo se acumula entre estos huecos y por mucho que pasemos paños no conseguimos quitarlo por completo. Pero hay un truco con el que dirás adiós a la porquería acumulada en apenas unos segundos. La único que vas a necesitar es un estropajo y un paño.
Coloca el estropajo en seco en la guía de la ventana y marca la esponja con un rotulador. Corta con un cuchillo o un cúter una hendidura en cada marca. Esto servirá para que el estropajo encaje perfecto en el riel.
Después bastará con humedecer el riel de la puerta o ventana con un producto de limpieza no abrasivo. Haz encajar las hendiduras de la esponja en la guía de la ventana y pásala de un lado a otro. En tres segundos habrás limpiado tu riel con una sola pasada. Pasa un paño o papel de cocina para eliminar cualquier resto que pudiera haber quedado y listo.
Para las puertas correderas podrás utilizar cinta adhesiva. Gracias al pegamento de la cinta, retiraremos cualquier tipo de pelusa o polvillo. Esta idea es perfecta si tenemos mascotas y queremos retirar los pelitos más difíciles.