«La Toja. Villa termal». Con un gran cartel a la entrada de la isla, el visitante sabe que ha llegado. Un puente de 400 metros de largo conecta la isla con el resto del ayuntamiento de O Grove, en Pontevedra. Se trata de un puente de estilo modernista que fue construido a principios del siglo XX, entre los años 1909 y 1914 y rehabilitado en el 2000.

Por esta isla, han pasado todo tipo de personalidades, como los hermanos Rockefeller, Henry Kissinger, los Reyes de España, Ortega y Gasset o Gabriel García Márquez, entre muchos otros. 

La isla se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Galicia, dentro de la comarca del Salnés, en la provincia de Pontevedra.

Estos días se está celebrando el Foro La Toja, epicentro del debate internacional, con ponentes de primer orden que reflexionan sobre el orden mundial, el mercado, los desafíos de las democracias o geopolítica global. Pero, al margen de esta gran cita, la vida en la isla sigue su camino. Entre coches oficiales y de la organización y pancartas que recuerdan el evento, personas haciendo running o paseando al perro. Y es que en la Illa da Toxa viven menos de un centenar de vecinos. Esa es la población censada. La isla pertenece al concello pontevedrés de O Grove, vecino de Sanxenxo.

Aquí, balnearios, casino, hoteles o clubes de playa forman parte del paisaje.

EL JABÓN Y EL CULTO A SAN CARALAMPIO

A este núcleo termal llegan cada temporada miles de personas para disfrutar de sus beneficios. Aquí tenemos una iglesia única y singular: la capilla de San Caralampio, especial porque sus paredes están cubiertas de conchas de vieiras.

La capilla data del siglo XIX y aquí se venera al famoso San Caralampio, un mártir del s. III, que es patrón de las enfermedades de piel, de ahí el culto en este lugar tan genuino. En COPE somos testigos de la admiración que despierta el templo: «Venimos al balneario», nos dicen unos turistas de Ourense. Otra pareja llegada de Ciudad Real destaca lo original de la iglesia. 

De Ibiza llega una mujer «a darse un homenaje» de marisco. Porque en estos primeros días de mes se celebra la fiesta del marisco de O Grove, declarada de interés turístico nacional y en la que esperan superar los 100.000 visitantes. Esta turista reconoce que la gastronomía gallega es un revulsivo: «El precio no es igual… donde nosotros vivimos el marisco es mucho más caro». Así que toca disfrutar de Galicia.

Y a las puertas del templo encontramos a Marisa y Sergio. Son madre e hijo. Venden conchas y joyas que realizan ellos con sus propias manos y con recursos propios del lugar. Es un trabajo laborioso, pero merece la pena. Este puesto ha pasado de generación a generación.

Sergio y Marisa vende joyas y caracolas en la Isla de la Toja

Y casi, frente a estos puestos, nos encontramos el museo del jabón de La Toja. Marta, su responsable, nos cuenta que aquí encontramos información de las aguas y la elaboración de estos jabones, pero también productos exclusivos que solo se venden en este lugar del mundo: «Vendemos productos que solo se fabrican para nosotros: los de sales y de agua termal. Son muy beneficiosos para la piel».

En La Toja encontramos un museo tienda de los jabones que llevan su nombre

En La Toja encontramos un museo tienda de los jabones que llevan su nombre

Iglesia de San Caralampio

La iglesia de la Toja única en el mundo

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