Estar en forma significa poder realizar actividad física. Pero también significa tener la energía y fuerza necesarias para sentirse lo mejor posible. Para eso, claro, se debe activar el cuerpo, sobre todo durante las mañanas.

Porque mejorar nuestro estado físico, aunque sea un poco, puede mejorar nuestra salud. Tampoco tenemos que ser un atleta para estar y ponerse en forma. Por ejemplo, una caminata enérgica de media hora todos los días puede ayudarnos a activar el cuerpo y a alcanzar un buen nivel de estado físico.

Y para eso existen otros diferentes ejercicios que podemos realizar, y de los que no tienen ninguna dificultad. Porque si nos sentimos cansados, activar el cuerpo y despertar con mayor energía hará porque logremos comenzar el día de la mejor forma para una jornada más productiva. Y, como verás a continuación, es más sencillo de lo que parece.

Activar el cuerpo respirando profundamente varias veces al levantarnos

Respirar es la primera gran dosis de oxígeno que va a recibir el cuerpo y el cerebro, así que démosle una buena ración. De este modo, y logrando activar el cuerpo, el oxígeno arrasará con todo a su paso por el cuerpo y te dejará la mente activa.

Coge aire profundamente durante unos segundos y mantén el aire dentro el mismo tiempo. Suéltalo lentamente y repite la acción varias veces seguidas. Respirar es vivir y respirar correctamente, y respirar mucho es vivir bien y muchos años.

Bebe agua fresca al despertar

Un grupo de científicos alemanes ha destacado que beber un vaso de agua al despertarse incrementa la velocidad del metabolismo un 30%. Pero no solo se trata de incrementar el metabolismo, sino también de hidratarse, porque mantener el cuerpo hidratado es bueno para la piel, los músculos y el cerebro.

Movimientos de cabeza y cuello

El cuello no puede quedar fuera de una buena puesta a punto. Este estiramiento podrás hacerlo tanto en pie como sentado. Haz movimientos muy suaves (para evitar marearte) de arriba abajo y de izquierda a derecha, como si dijeras ‘sí’ y ‘no’. Con esto podrás descargar el cuello y evitar tortícolis mientras haces deporte.

Estira espalda y brazos con movimientos giratorios

Para ambas partes del cuerpo debes tener especial cuidado, porque podemos lesionarnos con mucha facilidad, especialmente la espalda. Podemos hacer un esiramiento giratorio. Para ello, recuéstate bocarriba con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas en el suelo.

Mantén los hombros firmemente sobre el suelo y gira lentamente las rodillas flexionadas hacia un lado. Mantén esa posición de 5 a 10 segundos y regresa lentamente a la posición inicial. Repite el ejercicio hacia el lado opuesto. Repite cada estiramiento entre 2 y 3 veces.

Skipping (simular carrera con rodillas al pecho)

También un buen ejercicio muy favorable para activar el cuerpo es el skipping. Este consiste en simular que corremos mientras se mantienen las rodillas elevadas de forma alterna a la altura de la cintura y movemos los brazos hacia delante y hacia atrás. Puede realizarse sin desplazamiento o con desplazamiento y no requiere ningún tipo de material para llevarlo a cabo más que tu propio cuerpo.

Correr o caminar (entrenamientos de cardio)

El entrenamiento aeróbico hace que respiremos más rápidos, pero también que el corazón se esfuerce más por un tiempo. Hablamos de actividades como caminar o correr por las mañanas y activar el cuerpo, pero también se puede hacer bien por montar en bicicleta o nadar. Estos entrenamientos aeróbicos también se les llama cardio o entrenamiento cardiovascular.

Activar el cuerpo a través de la alimentación

Un buen desayuno será clave para estar más activos por la mañana. ¡No te lo saltes! No en vano se dice que es la comida más importante del día. Es primordial para activar cuerpo y mente.

Desayunando estarás preparado para el día que te espera. Según la Universidad de Harvard, saltarse el desayuno puede implicar que aumente el riesgo de padecer diabetes tipo 2 un 20%

Pero, ¿qué tipo de desayuno conviene más? Uno rico en proteínas y mucha fibra. Fuera bollería e hidratos de carbono refinados como harinas y bebidas azucaradas. Hay que apostarlo todo a alimentos ricos en proteínas y fibra como la avena y la fruta fresca. También huevos, aunque en menor medida, por los niveles de colesterol. No solo mantendremos la insulina estable, sino que nos sentiremos llenos o saciados durante más tiempo y evitaremos picar entre horas.

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