Mucho de los vuelos que vienen a Canarias desde Reino Unido están llenos de capítulos aciagos para los empleados de las aerolíneas y los pasajeros que buscan en las Islas varios días para huir de la rutina y solo buscan paz. Una calma que muchas veces se ve truncada, como le pasó al vuelo EXS72YU de Jet 2 que salió del aeropuerto de Londres Stansted con destino Tenerife Sur.
A bordo había un pasajero «altamente conflictivo» que inició una pelea y distintos disturbios a bordo de la aeronave, lo que obligó a recortar la ruta, en colaboración con los controladores aéreos.
La policía esperaba en tierra, pero los percances no habían hecho nada más que comenzar.
Ruta del vuelo afectado / Flightradar
Hasta en dos ocasiones intentó aterrizar el avión, pero una cizalladura evitó la maniobra, por lo que tuvieron que ser desviados hasta Gran Canaria, donde finalmente acabó detenido y llevado a dependencias policiales.
¿Qué es una cizalladura?
La cizalladura del viento, considerada como uno de los fenómenos meteorológicos más peligrosos para la aviación, ocupa el segundo lugar como causa de accidentes aéreos relacionados con el clima, después del engelamiento. Representando menos del 10% de los accidentes aéreos por causas meteorológicas.
La cizalladura del viento se refiere a cambios abruptos en la dirección o velocidad del viento y puede ocurrir en cualquier nivel de la atmósfera. Cuando ocurre cerca del suelo, donde la velocidad del avión es menor, puede generar dificultades para mantener el control durante las fases de despegue y aterrizaje.
Detectar la cizalladura del viento a simple vista es muy difícil. Por esta razón, los informes de aviación proporcionan a los pilotos información precisa sobre la situación, para que estén preparados. De hecho, muchos aviones están equipados con sistemas de detección de cizalladura del viento.
«Cuando te encuentras repentinamente con una zona de cizalladura durante el despegue, lo mejor que se puede hacer es no cambiar la configuración del avión y aplicar la máxima potencia», explica Óscar González, piloto de Iberia. «Si el radar indica que hay cizalladura más abajo durante el aterrizaje, es mejor abortar la maniobra y ascender antes de ingresar a esa área».