Larissa Paulun y su prometido, con el corazón lleno de ilusión, se dirigían a Mallorca para celebrar su boda. Sin embargo, su sueño se vio truncado de la manera más inesperada. Días antes de la ceremonia, mientras se encontraban en Barcelona, estacionaron su autocaravana en un lugar que creían seguro para pasar la noche. Al regresar, se encontraron con una escena desoladora: su vehículo había sido asaltado y sus pertenencias, entre ellas el vestido de novia a medida de Larissa y el traje del novio, habían desaparecido.
«No podíamos creerlo», relata Larissa con la voz entrecortada. «Habíamos trabajado tanto para que todo fuera perfecto y en un instante, todo se había esfumado». El vestido, una pieza única diseñada especialmente para ella, era el centro de todas sus ilusiones. «Había tardado ocho meses en estar listo y ahora ya no lo tenía», lamenta.
Los ladrones, además de los atuendos nupciales, se llevaron una cámara dron, joyas, ordenadores portátiles y otros objetos de valor. «Revolvieron todo el vehículo, era como si hubieran buscado algo en concreto», explica Larissa.
A pesar de la denuncia interpuesta en la comisaría de Barcelona, las esperanzas de recuperar las pertenencias robadas eran escasas. «Los policías nos dijeron que era muy difícil encontrar las cosas, que probablemente ya las habían vendido», cuenta Larissa con resignación.
La noticia del robo se propagó rápidamente por su círculo de amigos y familiares, quienes mostraron su apoyo y solidaridad. «Recibimos muchos mensajes de ánimo y ofertas de ayuda», agradece Larissa.
Gracias a la rápida reacción de su diseñadora de vestidos, Anne Wolf, la novia pudo encontrar una solución para su gran día. «Cuando vi la historia de Larissa en Instagram, supe que tenía que hacer algo», explica la diseñadora. «Tenía un vestido en mi taller que se ajustaba a su estilo y que podía adaptar a sus medidas en muy poco tiempo».
Anne se puso manos a la obra y comenzó a trabajar contrarreloj para que Larissa pudiera tener un nuevo vestido para su boda. «Fue un trabajo intenso, pero valió la pena ver la felicidad de Larissa cuando se probó el vestido», comenta la diseñadora.
«No puedo expresar mi agradecimiento a Anne«, asegura Larissa. «Gracias a ella, pude seguir adelante con mi boda».
A pesar del contratiempo, la pareja decidió no cancelar la ceremonia y celebró su unión rodeada de sus seres queridos. «Fue una boda muy emotiva, marcada por este suceso inesperado», recuerda Larissa. «Pero al final, lo importante era estar rodeados de las personas que queremos».