A tan solo un año de cumplir un cuarto de siglo de historia, Oryzon Genomics vive un momento dulce: la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) acaba de apoyar el inicio del ensayo de Fase III PORTICO-2 para su fármaco vafidemstat en trastorno límite de personalidad (TLP) y sus ensayos clínicos para tratar la leucemia han obtenido resultados positivos. Si se alinean todos los astros -los tipos de interés continúan descendiendo, el nuevo inquilino de la Casa Blanca no tiende hacia la desestabilización y no surgen nuevos terremotos geoestratégicos-, todo apunta a que la biotecnológica española intentará dar el ansiado salto al Nasdaq.
No es la primera vez que lo intenta. La última fue hace tan solo dos años, pero la invasión rusa en Ucrania dio al traste sus planes. En esta ocasión, la firma comunicó en mayo su intención de llevar a cambio una ampliación de capital de 100 millones de euros, prácticamente la totalidad de su capitalización bursátil (de 120 millones) para preparar su debut en Wall Street. Y a esto se suma el visto bueno de la FDA al ensayo para su fármaco que trata el TLP. Así, explica el CEO de Oryzon, Carlos Buesa, la empresa tendrá «un estado de madurez y de seguridad regulatoria que al inversor americano le puede parecer más convincente».
Calma tras la tormenta
Tras su salida a bolsa en 2015 y su inclusión en el Mercado Continuo, la idea de llegar al Nasdaq se meditó en profundidad. «Numerosas empresas han reducido su capitalización bursátil de una manera muy importante», señala el directivo, consecuencia de la subida de tipos y del proceso inflacionario en Estados Unidos, escenario que ha llevado al sector biotecnológico a vivir un «invierno nuclear». Pero, si no surgen nuevas sorpresas macroeconómicas, «el año que viene podría ser un año más amigable para el sector biotech».
En estos casi 25 años desde su fundación, Oryzon ha adaptado su modelo de negocio a las circunstancias. La firma inició su andadura como proveedora de servicios altamente especializados para la industria farmacéutica y, ocho años después, tomó la decisión de desarrollar fármacos a partir de proteínas implicadas en enfermedades.
Dos moléculas principales
De ahí nacen sus dos moléculas principales: iadademstat, que trata diversos tipos de cáncer, y la citada vafidemstat, dedicada a afecciones psiquiátricas. La biotecnológica también tiene otros programas en fases más recientes, como su molécula ORY-4001, nombrada candidata clínica para el tratamiento de enfermedades neurológicas como el Charcot-Marie-Tooth y el ELA.
En abril, Oryzon consiguió ser la única empresa española esponsorizada por el National Cancer Institute de Estados Unidos para un ensayo clínico de su iadademstat con 45-50 pacientes con cáncer de pulmón. Y la molécula vafidemstat ha sido probada por 210 pacientes con TLP tanto en Estados Unidos como en Europa con resultados «prometedores», además de tener en marcha otro ensayo en esquizofrenia.
Hasta que uno de sus fármacos supere todas las fases de ensayos clínicos y empiece a comercializarse, Oryzon seguirá reportando pérdidas. De hecho, la firma registró unos números rojos superiores al millón de euros en el primer semestre de este año, el 83% más que el ejercicio anterior. Y por primera vez en su historia, la inversión en I+D se redujo en 3,4 millones en comparación con el mismo semestre de 2023 por estar en plenas negociaciones con la FDA.
Si bien no confirma ni desmiente si han recibido interés por parte de alguna farmacéutica, Buesa sí reconoce que hay un mayor apetito por compañías como la suya. «Suponen un acceso a un pool de pacientes y a un potencial de ventas, que es donde realmente estas grandes empresas encuentran su óptima capacidad», expone. Tampoco se cierran a adquirir una firma competidora, ya que siempre están «abiertos» a operaciones corporativas que generen valor y músculo, pero sería necesaria una mochila financiera para completar la transacción.
Cara a finales de este mismo año, Oryzon espera que se liberen los 1.000 millones de euros de financiación pública procedente del plan de ayudas europeo Med4Cure, donde ha sido seleccionada junto a otras 12 empresas para validar fármacos experimentales. «Nos daría un plus adicional para dar velocidad a según qué proyectos», subraya su CEO.