Los padres de María del Mar Gutiérrez acudieron la mañana del 18 de septiembre de 2022 con su hija a Urgencias de un Centro médico de Especialidades de Chiclana de la Frontera (Cádiz). Entonces no podían imaginar lo que iban a vivir en las siguientes horas, no sabían que la chica, de 18 años, terminaría muriendo víctima de una trombosis cerebral que, según acaba de reconocer el Servicio Andaluz de Salud, no le diagnosticaron a tiempo.
A su llegada al centro médico, María del Mar tenía estos síntomas: «vértigo, pérdida de conocimiento con relajación de esfínteres (incapacidad para andar y respuesta verbal anormal) y otalgia derecha, dolor que se reflejaba en la mandíbula, que presentó en casa aquella misma madrugada».
Así lo refleja el informe médico adjunto a la demanda por negligencia médica que presentaron sus padres contra el (SAS) ante el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Cádiz, a la que el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica ha accedido.
María del Mar, en una imagen poco antes de su muerte. / CEDIDA POR LA FAMILIA
Sin ambulancia
La madre de María del Mar, Estefanía Puget, revive aquellas horas como una pesadilla: «Fue muy doloroso y lo sigue siendo, han pasado dos años y estamos hechos polvo», relata a este medio.
En la primera exploración que hicieron a la chica en el centro de salud, María del Mar «presentó dificultad para levantar y mantener el brazo izquierdo», motivo por el que la derivaron inmediatamente al Hospital Clínico de Puerto Real, para hacerle más pruebas y descartar otras patologías.
«El médico que la atendió vio desde el principio que mi hija no estaba bien, no entendemos por qué no activó un protocolo de urgencia y la trasladaron en ambulancia al hospital» cuenta Estefanía. «La tuvimos que llevar nosotros por nuestros medios y ya llegó muy mal».
«Le dieron el alta»
A su llegada al hospital, María del Mar presentaba varios episodios más de relajación de esfínteres que alarmaron a la familia, explica su madre. No obstante, las dos médicos residentes que la atendieron le diagnosticaron una otitis externa por tener rojez en el oído, según los informes.
De acuerdo con la demanda que presentaron los padres de la joven, los doctores «descartaron signos o síntomas de alarma y le prescribieron tratamiento de gotas para el oído y tratamiento oral para tratar los síntomas de vértigo». Luego, según Estefanía, dieron el alta a la chica y la mandaron para casa.
Pero sus padres, viendo el estado en el que se encontraba la joven, se negaron a abandonar el centro: «María del Mar no podía ni sostenerse en pie», recuerda su madre. «Mi hermana es enfermera y presionó para que le hicieran un TAC. Finalmente, con el cambio de guardia, entró un nuevo médico y regañó a las residentes por no alertar de que mi hija tenía convulsiones», asegura Estefanía.
Operada de urgencia
Una vez que confirmaron que el estado de salud de María del Mar empeoraba, la joven fue evaluada de nuevo. El dictamen médico aportado por el Servicio de Gerencia de Riesgos del SAS afirma que entonces se solicitaron «pruebas complementarias». Entre ellas, el TAC definitivo que detectó que la paciente sufría una trombosis con derrame cerebral con estado muy grave.
«Un diagnóstico que llegó demasiado tarde en una patología cerebral que precisa de la máxima celeridad en el diagnóstico y en su consecuencia tratamiento», denuncian los padres de la joven en su demanda. María del Mar fue trasladada muy grave a la UCI del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde la operaron de urgencia. Dos días después, el día 20 de septiembre, terminó falleciendo.
«Ocultación» de pruebas
Cuando los padres de María del Mar decidieron denunciar el caso, pidieron los informes médicos de su hija. «Nos enteramos entonces de que habían borrado de su registro el informe en el que daban el alta a mi hija«, asegura Estefanía. «Pudimos entregarlo al juez porque a nosotros sí que llegaron a darnos el informe en mano, en el hospital», añade. En su demanda, los padres de María del Mar concluyen que «existe una clara ocultación por parte del SAS del alta precipitada con diagnóstico erróneo de otitis».
Además, añaden, a la hora de tratarla, «no se tuvo en cuenta la historia clínica de la joven, ni el tratamiento de pastillas anticonceptivas que tomaba». Estas pastillas tienen, entre sus posibles efectos secundarios, el «riesgo de padecer episodios tromboembólicos (coágulos sanguíneos)». «Lo que parecía una otitis acabó con la vida de María del Mar por culpa de una negligencia médica», denuncia la familia.
Una imagen tomada por la chica con su teléfono. / CEDIDA POR LA FAMILIA
Retraso de más de 7 horas
Según el informe pericial aportado en la demanda de la familia y firmado por el urgenciólogo Pablo Lloret «se produjo un retraso de más de 7 horas (entre el ingreso en Urgencias de María del Mar y su traslado a la UCI), lo que vulnera el protocolo del SAS». La familia de María del Mar atribuye la muerte de la joven a una «negligencia médica» y pide una indemnización de 182.000 euros.
Dos años después de la muerte de la chica, el SAS acaba de reconocer que «se produjo un retraso en el diagnóstico y, por ende, en el tratamiento de la grave patología que afectaba a esta paciente», tal y como recoge el dictamen médico que enviaron al juzgado el pasado 18 de abril.
Unos hechos que, según admiten en su informe, «condicionaron el resultado final, entendiendo, por tanto, justificada la argumentación expuesta en la reclamación (de los padres de la joven)». El SAS alega, eso sí, que «la trombosis de los senos venosos cerebrales (TSVC) es una entidad poco frecuente» así como que «las manifestaciones clínicas (de esta enfermedad) son variables, y pueden retrasar el diagnóstico».
«Que no vuelva a ocurrir»
La familia de la joven sigue lamentando el trato recibido por parte del Hospital: «Ya no solo es la negligencia, sino el abandono y la falta de sensibilidad que hemos sufrido», critica la madre de María del Mar. «Nadie se ha puesto en contacto con nosotros. Ni una llamada, ni un pésame. ¿Dónde está la calidad humana?».
Este medio ha contactado con el Servicio Andaluz de Salud para conocer su versión del caso, pero no ha obtenido respuesta.
El juicio por la muerte de la joven, previsto para el 28 de noviembre en Cádiz, se centrará en determinar qué indemnización debe recibir su familia por la reconocida demora en el diagnóstico. «Nos conformamos con dar a conocer lo que pasó y que no vuelva a ocurrir».
