Lo de los juegos de simulación de la Liga se ha ido completamente de madre. Amenazas e insultos por redes sociales, monotema en reuniones de amigos, ‘cláusulazos’. Parece que la vida ya gira únicamente alrededor del Fantasy, del Biwenger o del ‘Futmanager’ de turno. Y, lógicamente, es algo que ha irrumpido con virulencia hasta dentro de los vestuarios. 

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