Los concursantes que acuden a televisión sea cual sea el formato en el que quieren participar casi siempre tienen algo claro: la realidad que se muestra en la pequeña pantalla poco o nada tiene que ver con la “realidad real”. Es decir: nada es lo que parece en la televisión. Al menos así lo aseguran quienes han estado al otro lado de la pequeña pantalla.

Fuente