Son piezas de la Patrona de Elche, de la Virgen de la Asunción. Precisamente eso es lo que les da su valor, por encima de otros condicionantes, que, no obstante, también cuentan, y mucho. Es el caso del conocido como manto de las Clarisas, de principios del siglo XX, o de las almohadas de las abejas, del XIX, que toma su nombre de los grabados que incorpora, y que sirven de apoyo a la cabeza de la Virgen. Por eso mismo, este jueves emprendieron rumbo a València, donde estas piezas que forman parte del ajuar de la Maredéu serán recuperadas en el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación, dependiente de la Generalitat.

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