«Un pueblo sin educación jamás será un pueblo libre». «No recortes nuestro futuro». «Defender la educación pública es un hecho político, sacarle financiamiento, también». Miles y miles de argentinos salieron otra vez a las calles para rechazar la decisión del presidente Javier Milei de vetar una ley que garantiza mayores recursos a las casas de estudios superiores. La ultraderecha sostiene que los pobres no acuden a las universidades y financian a los sectores medios y altos. Por lo tanto, la ley que aprobó el pasado 13 de septiembre el Parlamento, y establece actualizar los fondos para gastos de funcionamiento de las universidades en medio de una inflación interanual del 236.7 %, no puede entrar en vigencia. Milei dijo por la noche que la movilización tuvo un carácter «golpista» y pidió a la sociedad que «no se deje engañar». En las próximas horas, los legisladores tienen la palabra y se sabrá si desafían al anarcocapitalista con el eco todavía en el aire de una protesta que tuvo fuerte impacto tanto en la ciudad de Buenos Aires como en las principales ciudades del país. La movilización convocó a un millón de personas en todo el territorio, según sus organizadores. La cifra, rechazada por las autoridades, contrasta fuertemente con el primer acto de La Libertad Avanza (oficialismo) como partido nacional, el pasado sábado. Milei habló ante unas cinco mil personas en un anfiteatro capitalino.

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