Subió notablemente la presencia de público en la segunda novillada de la Feria de Otoño comparada con la que tuvo la primera el pasado domingo. En el túnel de cuadrillas, tres novilleros que llegaban a este sprint final de temporada en distintas posiciones. Valentín Hoyos como sorpresa tras su revelación en las nocturnas de verano, Alejandro Chicharro como triunfador en Madrid en el inicio de temporada y un Nek Romero a las puertas de la alternativa en su Valencia. Ninguno consiguió revalorizar su posición cuando el festejo concluyó.

Se aplaudieron las fuertes hechuras del abreplaza de Fuente Ymbro, un novillo que derribó en el primer encuentro con el caballo pero se le fue yendo el gas según fue avanzando su lidia. Valentín Hoyos se mostró tesonero con el animal, pero dijeron poco ambos. Con la espada y el descabello se eternizó más de la cuenta.

Se hincó de rodillas Valentín para abrir la faena al serio cuarto. Estuvo templado el salmantino en la media altura mientras duró el novillo. Después redujo distancias para terminar de exprimir las cansinas embestidas por el pitón izquierdo. Lo liquidó de un feo sablazo en los blandos y una estocada posterior en buen sitio.

Nek Romero tuvo enfrente como primer oponente a un buen ejemplar de Ricardo Gallardo. Un animal que cumplió en varas y embistió con clase y buen ritmo a la muleta del valenciano. Con su puntito de manso y remiso a veces a la hora de tomar las telas, pero siempre con calidad cada vez que llegaba a los embroques. Faena muy intermitente la de Nek, donde hubo buenos muletazos, pero siempre desperdigados en tandas que nunca tuvieron conjunción ni rotundidad. Para colmo, no estuvo acertado con los aceros. La ovación se la llevó ‘Taconero’ rumbo al desolladero.

El quinto echó pronto la persiana y pese a las intenciones de Nek, aquello no trascendió arriba. Un pinchazo y una estocada baja fue el punto y final a su paso por Madrid como novillero.

Tocado de pitones y con un generoso cuello salió ‘Pijotero’, el primero del lote de Alejandro Chicharro. Un trapío que se aplaudió desde los tendidos. El madrileño llegaba este jueves a Madrid con los puntos aún frescos de la cornada recibida el día anterior en Arnedo, con dos trayectorias 15 y 6 centímetros en el muslo derecho. El de FY tuvo cierto son en la muleta, aunque siempre tuvo la tendencia a salir desentendido de los engaños. Firme estuvo Chicharro, pero el que no quiso mucha pelea fue el utrero. Por lo que todo se fue diluyendo.

En el sexto se tuvieron que demonterar Tito y Juan Carlos Rey tras el tercio de banderillas. Este último dejó un soberbio tercer par de poder a poder que puso a la plaza en pie. La ovación de la tarde, sin lugar a dudas. De hinojos quiso comenzar el trasteo, el de Miraflores, pero un desarme desbarató la idea. No estuvo acertado con el temple Chicharro, dejándose tropezar en demasía la muleta. El esfuerzo por estar en Madrid no tuvo recompensa.

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