Las redes sociales desatan más solidaridad interna que hostilidad en los países atacados

Un profesor de la Universidad del País Vasco (UPV) ha sido apartado cautelarmente de su puesto mientras se resuelve el procedimiento abierto por la institución a raíz de la actividad del docente en las redes sociales. Doctor en Derecho, el profesor, que exhibe un perfil público de antiabortista radical, dedica parte del tiempo que no le ocupa la enseñanza a ejercer de trol de internet en toda regla y odiador de manual, de tal modo que la antigua Twitter, un vasto campo virtual donde ya hay barra libre para enterrar minas 2.0, le ha cerrado la cuenta. A la hora de escribir este artículo, su perfil de Instagram, sin embargo, sigue abierto. «A ver, alumnos míos, aprended: si el Ejército volase el Parlament de Cataluña sería muchísimo menos grave que el aborto… No basta que algo sea democrático para que sea legítimo», escribe en esta red social.

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