Manita perfecta del Barça en Champions. Ni poniendo el autocar detrás, durante 90 minutos, los suizos de Young Boys no pudieron frenar al hambriento equipo de Hansi Flick. Para jóvenes y para ‘boys’, los nuestros. En el titular, Cubarsí, Balde y Lamine Yamal, consolidadísimos. Más un Marc Casadó que, de seguir así, no va a tardar a llegar a la selección. Luego, entró Hèctor Fort, debutó Pau Víctor en Champions, debutó Andrés Cuenca en el primer equipo y reapareció Ansu Fati en Montjuïc. La última vez que le vimos en casa, vivíamos todavía en el Camp Nou. Gran ovación y mejor noticia. En el banquillo, además, quedaba otra colección de jóvenes llamando a la puerta: Astralaga, Yaakobisvili, Sergi Domínguez, Gerard Martín, Pablo Torre, Guille Fernández y Toni Fernández. Casi nada.

Eso sí, el primer gol lo marcó el mayor de todos. El especialista Lewandowski volvió a abrir la lata, culminando una de los mejores goles de la temporada. ¿La forma de desarbolar una defensa tan cerrada? Combinar al primer toque y así lo hicieron Casadó, Ferran, Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski. Cinco toques perfectos, cinco desmarques perfectos y el gol fácil del polaco sobre la línea de gol. El segundo más veterano, Iñigo Martínez, marcó su primer gol en el Barça. Otra buena noticia que llegó gracias a su jugada típica, de cabeza, imponiéndose a sus rivales en el balón parado. De otro buen testarazo de Iñigo, llegó el cuarto del Barça, otra vez de Lewandowski en la línea de gol.

Entre los más jóvenes y los más mayores, cuatro nombres que fueron los auténticos protagonistas. El capitán Raphinha marcó y fue escogido, por méritos propios, el MVP de la goleada. Pedri, con el ‘8’ de Iniesta, se hartó de repartir caramelos, como para querer hacer un homenaje a ese Don Andrés que anunciará que deja el fútbol a los 40. De Jong, a los 27, volvió a jugar en el Barça tras muchos meses lesionado. La grada de Montjuïc le recibió cómo se merece: atronador aplauso para tapar muchas bocas. Y, finalmente, Iñaki Peña. El portero alicantino tenía la lupa encima y a Szczesny en el palco. Una faena. La noche, sin embargo, le salió perfecta. No tuvo que tocar el balón y, cuando el rival remató a portería, le salvó Casadó, el poste o el VAR. Eso sí, para que la felicidad fuese completa, paradón antológico de Iñaki Peña en el 93’, en el último suspiro del partido.

Resultado perfecto para el nuevo y apasionante formato de Champions. Los tantos a favor, como factor final de desempate, está estimulando muchas goleadas. Mejor para el espectador. En Europa ya no puede haber dosificación.

ME HA GUSTADO

Xavi Pascual, a tiro de ganar el Mundial

Mucho se ha escrito de la forma de salir del Barça, en los últimos tres años, de mitos como Messi, Koeman, Xavi o Jasikevicius. De los Guillermo Amor, Jordi Roura o Xavi Pascual se habla mucho menos, pero el barcelonismo no olvida la falta de “fineza” del desgobierno actual a la hora de despedirles. Ayer, en el Mundial de Egipto de balonmano, Xavi Pascual nos recordó lo gran entrenador que es. Y, lo doloroso, incluso para un culé como él, debió ser hacerlo a costa de un Barça que se hundió en la prórroga (34-39). El Veszprem húngaro, pues, jugará la final del Mundial de Clubs mientras que el Barça, en fase de rodaje, de nuevo dio la de arena en una competición que parece gafada. Y es que ayer, los de Carlos Ortega fueron casi siempre a remolque. El Barça perdía de 4 al inicio del segundo tiempo, llegó a empatar y, a falta de 20 segundos, el infalible Aleix Gómez, el mejor de los culés en el partido ante el Veszprem, falló el penalti que clasificaba el Barça para la final. En la prórroga, otro exculé recuperado por Pasqui, como Cindric, fue el héroe de los húngaros, en un final doloroso para el Barça. Nos queda el consuelo que Ludovic Fábregas, Cindric y Xavi Pascual pueden optar a ganar el gran título mundial. Ojalá.

NO ME HA GUSTADO

Szczesny, el tercer jubilado en 125 años

Ya está aquí. Ya llegó y pasó la revisión médica el portero que viene a ocupar la ficha del lesionado Ter Stegen. El polaco Wojciech Szczesny, retirado del fútbol precipitadamente, un año antes de terminar su contrato con la Juventus, es el primer futbolista jubilado que tendrá ficha con el Barça. Sin embargo, no es el primer jugador que se viste la camiseta azulgrana después de haberse retirado. Hay dos casos previos, según me cuenta Jordi Mas, una de las personas que más saben de la historia del Barça. Me cuenta que en la gloriosa temporada 1973-74, antes del debut de Cruyff, el entrenador Rinus Michels tuvo que alinear al portero retirado Gert Bals, en un partido amistoso de pretemporada, al tener a los dos referentes de la plantilla lesionados. Ya en el siglo XXI, en el Barça de Joan Gaspart, y también en un partido amistoso, el equipo alineó al tailandés Joe Moraslip, en un partido durante la gira de verano. De ellos dos, nunca más se supo. Ni Bals ni Moraslip, a diferencia de Szczesny, jamás formaron parte de la plantilla del Barça. Eso sí, su experiencia y sus fotos quedaron seguro para los archivos… de sus respectivas familias.

MALA LECHE

1. Lo peor de la tercera equipación que el Barça estrenó en Pamplona no era la estridencia del verde pistacho, sino que incluso el logo de Nike iba en vertical. Lo nunca visto. Una gran marca maltratando su propio logotipo, colgándose del revés. 
2. Hansi Flick pierde su primer partido en Pamplona, él mismo se declara su culpa y, de pronto, se filtran unas imágenes de vestuario del Barça de Xavi echándole la bronca a sus jugadores por no moverse. ¿Casualidad? No creo. La campaña no cesa. 
3. Jorge Mendes ya representa los intereses de Adam Qaroual, el niño de 12 años de la Masia. ¿Cuántos años pasarán para que los agentes de futbolistas trabajen ya con ecografías? 
4. Los aplausos post-partido de los futbolistas a las gradas más radicales ¿son agradecimiento sincero o son impuesto revolucionario?
5. Boadilla del Monte. Julián Álvarez, la estrella argentina del Atlético, ha alquilado la casa adosada donde, años atrás, se encontraban Bárbara Rey y el rey. A ver si la ‘araña’ va a encontrar las telarañas de la relación. O, mejor aún, las famosas cintas de alcoba.



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