«Todo está saliendo bien». Es la frase que la pequeña Martina, positiva por naturaleza y el gran motor de su familia, repite desde que su padre, el guardia civil Marcos Trotiño (Pontevedra, 1983), despertara del coma en el que estuvo sumido durante casi cuatro meses y comenzara una recuperación que él mismo califica de «milagro». Este agente, que es la viva imagen de la vocación y el sentido del deber, resultó gravemente herido en junio del 2023 cuando, estando fuera de servicio, vio cómo unos jóvenes cometían un robo en una tienda de deportes del centro comercial Salera.

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