Otro indicador en esa línea es el dato desestacionalizado, la cifra preferida por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social para explicar mes a mes los datos de empleo. Este analiza la evolución del flujo entre nuevos contratos y extinciones intentando restar el componente estacional y de temporada, que históricamente y a día de hoy sigue marcando fuertemente la economía española. Si se observa la variación estacional, septiembre ganó 22.220 ocupados respecto a agosto. Un mes antes sumó 30.189 personas y el mismo mes del año anterior fueron 31.030. Misma tendencia: sigue en positivo, pero con menos intensidad.

Por territorios, Cataluña, que suele liderar la creación de ocupación durante la primera mitad del año, dejó registros positivos y también contribuyó decisivamente a que la Seguridad Social cerrara el mes con más cotizantes de los que lo empezó, pero con menor intensidad que la otra locomotora del Estado. Las provincias catalanas sumaron 15.468 nuevos ocupados en septiembre.

Madrid fue quien más sostuvo los exiguos números verdes del conjunto de España, ya que en la gran mayoría de territorios lo habitual fue que se pediera empleo. La capital del Estado inicia su época estrella en cuanto a contrataciones, el otoño-invierno, y ganó 33.741 ocupados respecto a agosto.

Un inicio de curso con menos manos

Volviendo a los datos en bruto, el sector que marcó, como es habitual todos los años, las cifras de septiembre fue la educación. Colegios, institutos y academias finiquitan en masa a temporales todos los años entre junio y julio, para luego volver a recuperarlos en septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar.

Este pasado mes dicho sector sumó 49.858 ocupados respecto a agosto, siendo el gremio que más tiró del empleo. No obstante, un año antes sumó 85.817 ocupados, diferencia que explica en gran parte la diferencia de un año a otro.

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