El Ejército de Israel y Hezbolá mantienen este miércoles choques directos en el sur de Líbano. Fruto de estos enfrentamientos han muerto ocho soldados israelíes este miércoles, mientras que en el bando de la milicia chií ha habido un número indeterminado de bajas. Con un recuento oficial de víctimas aún no actualizado por parte del Gobierno libanés desde la medianoche del martes de 55 muertos y 156 heridos.
Las ocho bajas en las fuerzas israelíes suponen el peor día para el Ejército hebreo en el frente de Líbano en el último año de enfrentamientos en la zona fronteriza entre Israel y su enemigo respaldado por Irán y el más letal desde la guerra de 2006 entre Tel Aviv y Hezbolá.
Por primera vez desde la incursión terrestre iniciada por Israel el martes se han registrado enfrentamientos entre sus fuerzas y Hezbolá. La milicia chií aseguró que había destruido tres tanques israelíes Merkava con cohetes cerca de la ciudad fronteriza de Maroun El Ras.
Tras la muerte de los ocho soldados, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, publicó un vídeo de condolencias en sus redes sociales. «Estamos en el punto álgido de una guerra difícil contra el Eje del Mal de Irán, que quiere destruirnos. Esto no sucederá porque nos mantendremos unidos y con la ayuda de Dios venceremos juntos», aseguró. «Dios salve su sangre. Que su memoria sea bendita», dijo el mandatario en alusión a los soldados caídos.
Hezbolá está intentando limitar al máximo los avances de Israel en el sur de Líbano y está contraatacando con ataques dirigidos a su territorio. El grupo chií ha comunicado a primera hora del día que ha disparado un centenar de cohetes y drones hacia la ciudad portuaria israelí de Haifa, a tan solo 30 kilómetros de la frontera con Líbano. Como viene siendo habitual, Israel ha logrado interceptar la mayoría de los proyectiles. Los que sí han impactado no han dejado víctimas.
Además, aseguró que repelieron la entrada de una «fuerza de infantería» israelí a la localidad fronteriza de Oddaisseh y reivindicó cuatro ataques con cohetes, misiles o artillería lanzados contra posiciones del Ejército en diferentes puntos del norte de Israel.
Condena internacional al ataque de Irán
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el lanzamiento de misiles balísticos de Irán sobre Israel, afirmando que «nada hacen por apoyar la causa del pueblo palestino o aliviar su sufrimiento».
Las palabras de Guterres ante el Consejo de Seguridad, reunido de emergencia este miércoles para tratar la situación en Líbano, son las primeras que pronuncia después de que Israel lo declarase horas antes ‘persona non grata’ y prohibiera su acceso al país, precisamente por no haber condenado de forma inequívoca el ataque iraní de la víspera, según el ministro hebreo de Exteriores, Israel Katz.
Los líderes del G7 también expresaron su «firme condena al ataque iraní contra Israel» y acordaron trabajar para «favorecer una reducción de las tensiones regionales» con la aplicación de varias resoluciones de la ONU, en la conferencia telefónica convocada por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tras el agravamiento de la crisis en Oriente Próximo.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió este miércoles a Israel de que Estados Unidos no apoyará que se ataquen instalaciones nucleares en Irán. «La respuesta es no», afirmó a los medios ante la posibilidad de que el Gobierno de Netanyahu, tome represalias por el ataque que sufrió Israel el martes.
Irán culpa a Occidente de la tensión
Por otro lado, miles de iraníes se congregaron este miércoles en las calles de Teherán para celebrar el ataque con misiles de su país contra Israel la víspera, con gritos de “muerte a Israel” y “muerte a Estados Unidos”.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, pidió ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que la comunidad internacional «no siga permaneciendo en silencio» ante la ofensiva israelí ya que, aseguró, «es el momento de actuar con decisión». «Una acción rápida y decisiva es un imperativo moral», afirmó en un mensaje de vídeo durante un debate sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados.
También habló el líder supremo, Alí Jamenei, en un encuentro con estudiantes en Teherán, en el que culpó a Estados Unidos y a países europeos de las tensiones en Oriente Próximo, aunque guardó silencio acerca del ataque de anoche contra Israel.
“La base de los problemas de la región es la presencia de actores como Estados Unidos y algunos países europeos que claman falsamente por la paz y tranquilidad”, señaló Jamenei.