Israel ha entrado en el sur del Líbano con una ofensiva militar terrestre «selectiva y delimitada», haciendo caso omiso a los llamamientos de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, para que evitase una invasión del país.
Las Fuerzas Armadas israelíes confirmaban a través de la red social X la incursión en el sur de Líbano y la justifican porque según ellos, las milicias de la zona «representan una amenaza inmediata y real para los asentamientos israelíes en la frontera norte». El ejército dice estar «luchando y actuando» para que la gente del norte de Israel pueda regresar a sus hogares casi un año después de su evacuación por el inicio de los ataques de Hizbulá en apoyo al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza.
Poco antes del comienzo de esta ofensiva, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez instaba a la comunidad internacional a «no callar ni un minuto más ante la masacre convertida, por desgracia, en rutina».
Israel amplía sus frentes
Con esta incursión, Israel extiende sus frentes de guerra en Oriente Próximo. A la guerra contra Hamás en Gaza suma los bombardeos contra el partido-milicia chií Hizbulá en Líbano y esta «ofensiva militar terrestre». También ha golpeado a los rebeldes hutíes en Yemen y todos esos grupos armados están respaldados por Irán que es el principal enemigo de Israel en la región.
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