«Es un insulto». Esto es lo que supone para muchos especialistas el contrato que les ha ofrecido la Conselleria de Educación para impartir clases en los ciclos de Formación Profesional (FP). «Contratos basura», según califican, porque llegan un mes después de haber comenzado las clases, con un 44 % menos de horas que el pasado curso y con vigencia exclusivamente hasta diciembre.
Estas condiciones han puesto en pie de guerra a los conocidos como «expertos del sector productivo» que han empezado a incorporarse este martes a las aulas, mientras ya barajan presentar una demanda colectiva e incluso hacer huelga con tal de mejorar su situación laboral y, en definitiva, poder «ofrecer una educación de calidad», defienden.
La situación que ha indignado a estos profesionales se produce porque, en primer lugar, han pasado de tener un contrato de 37 horas y media semanales, como los profesores interinos, a 21 horas, de las cuales 18 horas son para horario lectivo. «Es un tiempo completamente insuficiente para preparar clases, programar y para corregir. También nos han quitado horas de prácticas. Esto es degradar la educación», advierte Francisco García Gea, profesor especialista de corte y soldadura subacuática en el Instituto Marítimo Pesquero.
Salarios
Esa reducción de horas ha tenido una clara repercusión en el salario que van a percibir estos especialistas. De 2.000 euros mensuales a unos 1.300 euros, un 35% que el pasado curso, según denuncian. «Son sueldos indignos para expertos como nosotros que venimos de la empresa privada. En profesiones como la de soldadura subacuática cobramos hasta 7.000 euros al mes en el extranjero», afirma Joaquín Hernández, técnico en buceo a media profundidad, en programación de la producción mecánica y en construcciones metálicas. Personas como él como él decidieron renunciar a empleos mejor renumerados para estar cerca de casa y tras varios cursos impartiendo clase en mejores condiciones se han encontrado con este recorte que tachan de «denigrante». Hernández lamenta que esto ocurre cuando «Educación y la FP nos necesita y nos busca porque somos especialistas, mientras que los propios profesores que tienen en bolsa, tienen el certificado de docencia, pero no saben soldar y no pueden enseñar a los chavales.
La forma con la que ha actuado la Administración autonómica para contratar a estos especialistas tampoco acompaña. «Nos han tenido paralizados un mes, desde que tendríamos que haber comenzado. Nos dieron el contrato el viernes y este lunes hemos tenido que entregarlo», lamenta Delfín Ojeda Jiménez, inspector de construcciones soldadas, quien ya tiene claro que si en un mes no se resuelve este conflicto se dará de baja.
«Es cuestión ética, nos están tirando la profesionalidad por los suelos, cuando hacen falta especialistas. Si nos marchamos, el ciclo formativo se pierde», añade este profesional, que advierte del malestar que llevan mostrando durante más de un mes los alumnos por estar sin clase.
Bolsa, en enero
Además de compartir estas críticas, Silvia Martínez, especialista en sistemas alternativos y aumentativos de comunicación, que enseña lengua de signos en varios ciclos de FP, añade otra preocupación que tienen estos expertos este curso: la incertidumbre porque su contratos son solo de tres meses.
Y es que estos profesionales se apuntaron en bolsa, como les requirió Educación, pero no se les ha baremado. «Ni sabemos cómo va a ser, ni cómo van a ser las condiciones. En enero supuestamente abren la bolsa de expertos, pero esto es muy grave porque empezamos a impartir clase en octubre y en diciembre abandonamos a los alumnos. No podemos cumplir con la programación», señala.
En la Comunidad Valenciana hay alrededor de 200 profesores de esta categoría que deberían de contratarse este curso, según las estimaciones realizadas por el sindicato Stepv.
La Conselleria de Educación, que a preguntas de este diario sobre las condiciones ofertadas ha declinado pronunciarse, achacó la la pasada semana a la nueva ley de FP el retraso en la contratación de estos profesionales y defendió que la Comunidad «ha sido una de las regiones más rápidas en articular una solución, con la generación de un procedimiento de elaboración de una bolsa de personal experto cuya baremación se está consensuado en el seno de un equipo de trabajo con los sindicatos».
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