- Para perseguir el narcotráfico y el contrabando
- Personas ocultas en dobles fondos
- Ceuta, Melilla y los puertos de Andalucía
- Puertos y pasos fronterizos
- Billetes, explosivos, productos falsificados…
La Guardia Civil aumenta los medios con los que lucha contra varias de las amenazas que en los últimos años están poniendo a prueba a las Fuerzas de Seguridad, y especialmente al propio Instituto Armado: el narcotráfico y la inmigración irregular.
Confidencial Digital ha consultado la documentación de una licitación pública para adquirir sistemas de rayos X que permiten detectar espacios ocultos en los vehículos que atraviesan las fronteras españolas, donde se esconden desde fardos de droga y cartones de tabaco de contrabando hasta personas que entran en España de forma ilegal.
La Dirección General de la Guardia Civil destina a esta compra un presupuesto de 1,4 millones de euros.
Para perseguir el narcotráfico y el contrabando
Esta adquisición va dirigida a dotar a las unidades de la Jefatura Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil de medios técnicos necesarios “para sus funciones de investigación y esclarecimiento de hechos delictivos relacionados con la delincuencia organizada, resguardo fiscal del Estado, persecución del contrabando, narcotráfico y control aduanero, etc.”.
Entre el material necesario para el trabajo de estas unidades, la Guardia Civil ha identificado las furgonetas con escáner de rayos X, “necesarias para el control de mercancías, dado el largo alcance de detección que se consigue, su alta sensibilidad y la calidad de la imagen”.
Desde el Instituto Armado se valora especialmente que “al estar el escáner montado sobre el vehículo, les confieren una capacidad de maniobra y de cambio de posicionamiento rápidos, permitiendo cubrir una amplia zona de vigilancia”.
Personas ocultas en dobles fondos
La Dirección General va a adquirir cinco furgonetas con rayos X, y también ocho escáneres de rayos X portátiles.
Estos sistemas se consideran “necesarios para la detección de personas ocultas en dobles fondos o mercancías de contrabando, que intentan ser introducidas por las fronteras de la Unión Europea de forma ilícita”.
Las formas de entrar en España de forma irregular son muy variadas: extranjeros que llegan en avión con visado de turista y después se quedan en nuestro país, pateras que llegan a las costas, saltos en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, a nado desde Marruecos a las dos ciudades autónomas…
Pero también hay otra vía, menos masiva. Se utiliza sobre todo en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla con Marruecos, y en los puertos de las dos ciudades autónomas, con vistas a trasladarse en barco a la Península Ibérica.
Algunas personas se ocultan en el interior de vehículos, con la esperanza de burlar los controles fronterizos de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Ceuta, Melilla y los puertos de Andalucía
No pocos de los extranjeros, originarios de diversos países de África, que entran en Ceuta y Melilla de manera irregular, tratan de dar el salto a la España peninsular y de ahí al resto del territorio de la Unión Europea.
Para ello, se cuelan en barcos que navegan de las ciudades españolas del norte de África a puertos de Andalucía, como el de Algeciras (Cádiz). Muchos de ellos son menores de edad, o muy jóvenes.
Se esconden en camiones: en la carga, encima del techo, o incluso entre los ejes de los vehículos. También aprovechan el trasiego especial que se da a principios de agosto con la Feria de Ceuta, y se esconden en las atracciones de los feriantes que vuelven a la Península.
También utilizan vehículos, incluidos turismos, para pasar de Marruecos a Ceuta o a Melilla. Los agentes que vigilan los pasos fronterizos han encontrado a personas escondidas bajo el capó de un coche al que habían retirado algunas piezas, e incluso dentro de la funda de los asientos.
Detectar a estas personas entre el flujo constante de vehículos supone todo un reto. La Policía Nacional -su Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina- dispone (y sigue comprando) de sistemas detectores de latidos, que si se pasan por un coche pueden dar aviso de que en un vehículo hay oculta una persona, delatada por los latidos del corazón.
Puertos y pasos fronterizos
Los escáneres de rayos X para revisar vehículos llevan años siendo utilizados no sólo por la Guardia Civil, sino también por el Servicio de Vigilancia Aduanera, para tratar de impedir el tráfico de drogas y el contrabando.
Ya en 2013 se desplegó en la Verja de Gibraltar una furgoneta, aparentemente ordinaria, pero que dentro contaba con un escáner capaz de revisar los vehículos que pasaban de España a la colonia del Reino Unido, y viceversa.
El objetivo era encontrar compartimentos ocultos en los coches y motocicletas, donde los contrabandistas ocultan cartones de tabaco que compran en Gibraltar (más baratos por tener menos impuestos) para venderlo clandestinamente en la provincia de Cádiz y en otros lugares de España.
En años posteriores, Vigilancia Aduanera fue adquiriendo y desplegando más furgonetas con sistemas de rayos X sobre todo en los puertos con mayor volumen de mercancías y vehículos: Algeciras, Barcelona, Valencia, Vigo, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife…
También las utiliza fuera de puertos: carreteras, áreas de descanso, peajes, aeropuertos, pasos fronterizos como el de Tuy (Pontevedra) con Portugal…
Recientemente adquirió escáneres portátiles, ya no en furgonetas, sino de manejo manual, que envió a las dependencias regionales del Servicio de Vigilancia Aduanera en Baleares, Navarra y La Rioja.
Billetes, explosivos, productos falsificados…
Todos estos escáneres de rayos X, ya vayan montados en furgonetas o sean de un tamaño menor y portátiles, se utilizan para revisar maletas, equipajes, bultos, partes de vehículos de motor (llantas, paragolpes, asientos, componentes plásticos, puertas, etc.), embarcaciones de recreo u otro tipo de transporte.
Los objetivos tradicionales de estas inspecciones son las drogas y mercancías de contrabando, como el tabaco. Pero los sistemas de rayos X también pueden detectar dinero en efectivo, armas, explosivos, productos falsificados, materiales de doble uso, hasta se vigila con ellos la entrada en Canarias de productos fitosanitarios (herbicidas, insecticidas, bactericidas…) cuya introducción en las islas está prohibida y se realiza declarando falsamente la mercancía contenida en furgones, camiones o trailers refrigerados.