El dramático naufragio que se produjo el sábado a poco más de seis kilómetros de El Hierro sentó como un jarro de agua fría a los equipos de rescate y emergencias que atienden a diario a los migrantes que llegan a Canarias y que están al límite de sus fuerzas. Este accidente se ha convertido en la peor tragedia migratoria registrada en aguas isleñas, con nueve fallecidos y otras 54 personas desaparecidas en una fosa de más de mil metros de profundidad. La consejera de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias, Candelaria Delgado, visitó el domingo El Hierro e insistió en la necesidad de que el Gobierno de España y la Unión Europea «activen todos los protocolos» para poder trasladar a los menores desde Canarias a otras comunidades españolas, «incluso», al resto del territorio europeo para así poder «hacer frente de verdad a esta crisis humanitaria que está viviendo Canarias y que desgraciadamente está en su punto más álgido».
La consejera aseguró que los cuatro niños rescatados después de que volcara el cayuco en el que viajaban junto a otras 86 se encuentran atendidos en un centro bajo la supervisión del Gobierno de Canarias, después de que la Policía haya hecho su «debida identificación», como establece el protocolo marco estatal, aprobado en 2014. «Esas comprobaciones las debe hacer un funcionario público y es una de las medidas en las que hemos venido insistiendo durante estos meses», destacó Delgado.
Carpa de frío
En el mar, los equipos de rescate continuaron con las labores de búsqueda. Y, en el muelle de La Estaca, la Guardia Civil instaló una carpa de frío, por si encuentran los cuerpos de las 54 personas que se encuentran desaparecidas. Delgado detalló que también se va a trasladar hasta El Hierro un auxiliar de autopsia para ayudar en todo el proceso y que se está avanzando en las autorizaciones necesarias para enterrar a los nueve fallecidos rescatados del mar. Ante la saturación del cementerio de El Pinar, donde ya descansan los restos de 31 migrantes fallecidos en diferentes cayucos, los nueve cuerpos rescatados hasta ahora se repartirán en los otros dos cementerios de la isla.
En el caso de recuperar más cuerpos, el Gobierno de Canarias no descarta que se trasladen a otra isla para poder darles sepultura y seguir congestionando los cementerios de El Hierro, que cuentan con una capacidad muy limitada. La Confederación General de Trabajadores (CGT), sindicato mayoritario en la flota de Salvamento Marítimo (Sasemar), denunció el sábado que la Delegación del Gobierno en Canarias les había impuesto la tarea de trasladar los cadáveres a Tenerife, a bordo del buque Heroínas de Sálvora, una embarcación que no está preparada para esta labor.
El rastreo de la zona en la que se produjo el naufragio se retomó a las ocho de la mañana. El dispositivo de búsqueda está formado por tres medios aéreos y tres marítimos. Una embarcación costeó la isla, mientras que el resto de medios se concentró en el área en la que se produjo el vuelco de la barquilla precaria. En total trabajan una embarcación de Salvamento Marítimo, una de Cruz Roja y una patrullera de la Guardia Civil. También hay tres medios aéreos: dos de la Guardia Civil y uno del Gobierno de Canarias que se van rotando.
Dos migrantes reciben el alta
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, informó el sábado de que los equipos de emergencias no esperan recuperar más cuerpos hasta el lunes o el martes, cuando salgan a flote. En cualquier caso, según apuntó Clavijo, las labores de búsqueda se van a mantener el tiempo que sea necesario. Además, detalló que los medios marítimos y aéreos se desplazarán hacia el este de El Hierro, para trabajar a favor de las corrientes marítimas.
Dos de las cinco personas que fueron trasladadas al Hospital Nuestra Señora de los Reyes ya han sido dadas de alta y las otras tres evolucionan favorablemente, según fuentes del Gobierno de Canarias. Los dos migrantes salieron del hospital el sábado, pocas horas después de ingresar con hipotermia leve. Los supervivientes, que llegaron en estado de shock, se encuentran en el Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) de El Hierro, donde pueden permanecer un máximo de 72 horas.
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