La instantánea de civiles que buscan desesperadamente comida y sufren bombardeos israelís ha sido, en los últimos meses, una de las imágenes símbolo de la guerra en Gaza. Ahora, el temor es que esta situación se replique en Líbano. Tanto es así que, para evitarlo, el Programa Mundial de Alimentos (PMA, por sus siglas en español; WFP, en inglés) ha decidido, en las últimas horas, poner en marcha una operación de emergencia para atender las crecientes necesidades humanitarias de la población libanesa.
Cerca de un millón de personas son los primeros destinatarios previstos por la operación del PMA, al menos en esta fase inicial. Se trata, principalmente, de desplazados internos que han huido de las zonas más afectadas por los ataques aéreos y se están instalando en el centro y norte del país.
La escalada del conflicto «este fin de semana puso en evidencia la necesidad de una respuesta humanitaria inmediata«, ha explicado la organización. «Esto se produce después de que miles de personas hayan sido desplazadas, lo que agrava la fragilidad de una población que ya soporta múltiples crisis acumuladas«, han añadido.
Todo atrás
En este contexto, el PMA ha hecho un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que se proporcione financiación rápidamente a fin de atender la crisis. Según la institución, se necesitan al menos 105 millones de dólares hasta el final del año.
«He escuchado historias de familias obligadas a huir de sus hogares, dejándolo todo atrás. Nos estamos preparando», ha explicado Matthew Hollingworth, director del PMA en Líbano. «Pero necesitamos urgentemente recursos adicionales para mantener y ampliar nuestra respuesta«, agregó.
Otra guerra
Más dura aún, Corrinne Fleischer, directora del PMA para Medio Oriente, ha hecho hincapié en la necesidad de que los ataques cesen de forma inmediata. «El Líbano está en un punto crítico y no puede soportar otra guerra», ha afirmado Fleischer.
«Una mayor escalada sería sumamente perjudicial para las personas de esta región, que ya han sufrido mucho», ha añadido . «Además, sobrecargaría enormemente las capacidades operativas y financieras de la comunidad humanitaria. El PMA está presente sobre el terreno, pero necesitamos fondos con urgencia. Y más urgente aún, las personas de la región necesitan paz«, ha argumentado Fleischer.
En efecto, la situación en Líbano ya era dramática antes de los bombardeos israelís. En concreto, según cifras de la organización, casi la mitad de la población residente en el país (locales y refugiados) ya sufrían de inseguridad alimentaria y 2,5 millones necesitaban asistencia humanitaria para no acabar el día con la barriga vacía.