Hablar de Citroën es hacerlo de una marca atrevida, que siempre busca sorprender en un mercado tan competido, que solo quienes arriesgan pueden ganar. La firma francesa, en ese sentido, ha destacado siempre por su espíritu aventurero e irreverente a través de un diseño siempre distintivo y llamativo y por apostar por ofrecer al conductor lo que quiere. La familia C4, formada por el mismo C4 y el C4 X son el mejor ejemplo.
En un momento en el que los SUV han desplazado en el mercado al resto de segmentos, Citroën ha sabido adaptarse y crear un vehículo, el C4, que surfea entre los compactos y los SUV. Es más alto que sus rivales compactos y muestra toques estéticos robustos que recuerdan a los todocaminos, pero en esencia sigue siendo un compacto, tan estable y manejable como suelen ser este tipo de vehículos.
Con el C4 X, Citroën fue más lejos. Este coche es lo que en Stellantis llaman un fastback, presentando una silueta que va a caballo entre el de las berlinas y los SUV -como el C4-, siendo más alto que los sedanes habituales, y, de nuevo, mostrándose más robusto, aunque sin renunciar a la elegancia de las berlinas y a una fluidez del diseño muy atractiva.
Dos apuestas que, acompañadas de lo último en tecnología y de una gama de motorizaciones que toca todos los palos de la electrificación, siempre se hacen un hueco en las listas de los más vendidos.
Citroën C4, el compacto más cómodo
El Citroën C4 destaca por su versatilidad en la gama de motorizaciones. Con una longitud de 4,36 metros, está disponible desde 21.490 euros y ofrece opciones que van desde motores de gasolina de 101 y 131 CV, hasta versiones eléctricas de 136 y 156 CV, pasando por un motor diésel de 131 CV y una versión microhíbrida (MHEV) de 136 CV, que combina un motor de gasolina de tres cilindros con un pequeño motor eléctrico de 29 CV. Esta variante está orientada a quienes buscan eficiencia sin renunciar a un sistema de combustión. La gama de motores del C4 se complementa con diferentes opciones de transmisión, incluyendo cajas automáticas de doble embrague o convertidor de par, según la versión.
Fabricado en Villaverde, Madrid, para todo el mundo el C4 presenta un diseño adaptado al actual lenguaje estético de la marca, basado en las líneas fluidas y elegantes que, en este caso, contrastan con elementos que le aportan robustez, como los pasos de rueda o los ya conocidos Airbump en las puertas. Combina en su catálogo 31 combinaciones de colores y packs de color en el exterior, llantas de hasta 18 pulgadas y 5 ambientes interiores para una personalización máxima.
En el interior, el Citroën C4 apuesta por el confort gracias a la tecnología Advanced Comfort, con asientos de diseño ergonómico y suspensiones con Amortiguadores Progresivos Hidráulicos que logran un equilibrio entre comodidad y estabilidad. El habitáculo, minimalista y tecnológico, está equipado con un sistema multimedia, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, con pantalla táctil de 10 pulgadas. En cuanto a la seguridad, cuenta con hasta 20 ayudas a la conducción, destacando el Highway Driver Assist, que facilita la conducción en autopistas.
Citroën C4 X, la revolución de las berlinas
El Citroën C4 X es la apuesta de la marca para quienes buscan una berlina con mayor espacio sin perder el carácter dinámico y la elegancia. Para los que querían un SUV antes de descubrirlo. Con 4,60 metros de longitud, supera al C4 en 24 centímetros, lo que se traduce en un maletero de mayor capacidad, alcanzando los 510 litros. Esta berlina, que mezcla rasgos de un crossover, está diseñada para quienes priorizan la comodidad y la amplitud, tanto en la zona de carga como en el espacio para los pasajeros.
También ensamblado en Villaverde, el C4 X es un modelo “made in Spain” que ofrece tres opciones de motores térmicos: dos de gasolina, con 100 y 130 CV, y una versión diésel BlueHDi de 130 CV, ambos disponibles con cajas automáticas o manuales, según la versión. Además, para quienes prefieren la movilidad eléctrica, el C4 X cuenta con dos versiones 100% eléctricas de 136 CV y 156 CV con batería de 50 kWh para la primera y de 54 kWh para la más potente, haciendo que su autonomía vaya desde los 360 a los 420 kilómetros según la versión.
En cuanto a diseño, la propuesta es la misma que con el C4, pero desde el pilar B hacia la zaga presenta una silueta más típica de un cupé, con la línea del techo cayendo suavemente hasta la parte trasera. Las líneas fluidas y suaves y los toques más robustos de contraste siguen siendo la norma.
Lo mismo ocurre con el interior, donde se ofrece un ambiente confortable y tecnológico, donde no faltan los asientos Advanced Comfort -acompañados de los amortiguadores progresivos hidráulicos en el plano dinámico- y el sistema de infoentretenimiento MyCitroën Plus, que incorpora una pantalla de 10 pulgadas y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay.
En cuanto a ayudas a la conducción, el C4 X ofrece también las funciones más habituales, como el control de crucero adaptativo, frenada automática, cámara de visión trasera y el head-up display.