Hablar de Citroën es hacerlo de una marca atrevida, que siempre busca sorprender en un mercado tan competido, que solo quienes arriesgan pueden ganar. La firma francesa, en ese sentido, ha destacado siempre por su espíritu aventurero e irreverente a través de un diseño siempre distintivo y llamativo y por apostar por ofrecer al conductor lo que quiere. La familia C4, formada por el mismo C4 y el C4 X son el mejor ejemplo.

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