La actividad en la ruta atlántica ha sido frenética en el último mes. Más de 5.000 personas han arribado a Canarias en septiembre y en lo que va de año ya se han superado las 30.000 llegadas. Los equipos de Salvamento Marítimo están exhaustos, soportando jornadas maratonianas en las que nada más desembarcar en el puerto a un grupo de migrantes reciben el aviso de que tienen que volver a zarpar porque se ha localizado una nueva embarcación en apuros. Al desgaste físico se añade el impacto psicológico que produce socorrer a personas vulnerables en alta mar o la intervención en trágicos accidentes como el que se produjo la madrugada del sábado. La tripulación de la guardamar Concepción Arenal pudo poner a salvo a 27 personas después de que su cayuco volcara nada más ver el buque de rescate, a apenas seis kilómetros de la costa de El Hierro. Pasaron más de dos horas navegando en círculos para intentar localizar al resto de ocupantes de la barquilla. Recuperaron nueve cuerpos sin vida y otras 54 personas continúan desaparecidas.

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