El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, declaró que el asesinato de Abbas Nilforoushan, subcomandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), por parte de Israel en el Líbano “no quedará sin respuesta”.

Araqchi emitió este comunicado tras el ataque aéreo israelí que acabó con la vida de Nilforoushan, ocurrido el viernes en Beirut. El objetivo principal del ataque era Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, grupo terrorista respaldado por Irán.

Según informó el New York Times, existe una división dentro del liderazgo iraní sobre la manera en que debería reaccionar el país ante este ataque.

Nilforoushan, quien era el comandante adjunto de operaciones del CGRI, había sido sancionado por Estados Unidos en 2022, acusado de estar “directamente a cargo de la represión de las protestas” que surgieron en Irán a raíz de la muerte de Mahsa Amini, tras su arresto por no llevar el velo de manera adecuada según las normas impuestas por la policía.

Nilforoushan también desempeñó un papel clave en Siria, donde apoyó al presidente Bashar al-Assad durante la guerra civil que surgió tras la Primavera Árabe de 2011.

En 2020, la televisión estatal iraní lo describió como “camarada” del general Qassem Soleimani, quien dirigía la Fuerza Quds expedicionaria del CGRI hasta su muerte en un ataque con drones estadounidenses en Bagdad ese mismo año.

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