Gayà fue de las pocas noticias positivas en el Valencia CF en esta última semana. Llegó el domingo, tras la derrota contra la Real Sociedad y sabiendo que todavía es una buena noticia, a medias. El valencianismo espera al capitán de Pedreguer como cualquier equipo esperaría a su jugador más determinante o importante. Y con Gayà sucede exactamente lo mismo. Pero el Pipo Baraja, incluso a pesar de que ayer entrenara con el grupo, ya puso calma en la previa del duelo contra la Real Sociedad. 

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