Atlético de Madrid y Real Madrid han empatado 1-1 en el derby disputado este domingo en el Civitas Metropolitano. Éder Militão había adelantado al Real Madrid y Ángel Correa, finalmente, consiguió igualar el encuentro con un gol en el descuento.

Previamente, el derby había sido suspendido temporalmente en el minuto 68, después de que desde el fondo sur del estadio Metropolitano, ocupada por el Frente Atlético, se lanzaran varios objetos contra Thibaut Courtois, portero del equipo blanco.

El incidente se produjo tras el gol de Éder Militão, quien había adelantado al Real Madrid con una volea a pase de Vinícius Jr. Durante la celebración del tanto, el primero de los objetos, un mechero, ha sido arrojado al campo, aunque en ese momento el juego ha continuado. Posteriormente, un gran número de objetos ha caído en el área del portero belga. 

Tras dialogar con el delegado de campo y los capitanes, el colegiado ha decidido suspender el encuentro «por diez minutos», como se ha anunciado por la megafonía del estadio. Koke, capitán del Atlético, y el entrenador Diego Simeone han intentado calmar a los aficionados desde la línea de banda, pero los intentos han sido en vano ante la insistencia del comportamiento violento de algunos seguidores. Finalmente, tras una pausa de casi media hora, el partido se ha reanudado con una advertencia firme a la afición local con el desenlace anteriormente narrado.

El desliz de Enrique Cerezo

A pocas horas del derbi entre Atlético de Madrid y Real Madrid, el presidente rojiblanco Enrique Cerezo ya había polemizado al afirmar que en la afición del Atlético «no hay nadie antirracista ni racista», restando importancia a las preocupaciones sobre posibles insultos racistas contra Vinícius Jr. Estas declaraciones han provocado críticas, especialmente en un contexto de alta sensibilidad por los antecedentes racistas contra el jugador brasileño. Además, en redes sociales, algunos aficionados del Atlético promovieron una campaña para llevar mascarillas al estadio y poder insultar a Vinícius sin ser identificados.

Ante esta situación, LaLiga ha incrementado las medidas de seguridad en el Metropolitano para evitar incidentes xenófobos, y ha advertido que quienes participen en actos de incitación al odio recibirán sanciones severas. LaLiga también ha señalado que el árbitro del encuentro, Mateo Busquets Ferrer, tiene la potestad de suspender el partido si se producen manifestaciones racistas, demostrando la importancia de combatir este tipo de comportamientos en el fútbol español.



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