Muy nerviosa, Seyran ha mantenido la cabeza baja al conocer al abuelo de su marido. Percibiendo su inseguridad, Halis le ha dicho con seguridad: «No agaches la cabeza, ahora eres la nuera de los Korhan». Con estas palabras, le ha recordado que debe sentirse orgullosa de su nueva posición en la familia.

El hombre no ha podido evitar notar la tristeza en los ojos de Seyran, que sigue pensando en su madre y su hermana, lejos en Antep. Mientras tanto, Esme y Suna, desde la cocina de su casa, también pensaban en la nueva vida de Seyran, compartiendo la misma preocupación.

Durante la cena, Halis ha compartido una reflexión que ha conmovido a todos: «La soledad es la prueba más dura en este mundo. Comienza una vez que cortan el cordón umbilical y dura hasta que te llevan en un féretro. Causa la mayoría de los errores y muchos de nuestros pecados, pero nuestra historia cambia si no estamos solos, porque podemos corregir los errores de los demás«.

Por eso, Halis ha explicado a su nueva nieta que la familia se reúne alrededor de la mesa cada noche, para recordar que no están solos y para dar gracias a Alá por las bendiciones recibidas.

Con una sonrisa, ha afirmado con orgullo: «A partir de esta noche, Seyran es una hija más. Nuestra familia se ha ampliado». Con estas palabras, Halis ha deseado al matrimonio mucha felicidad, acogiendo a la joven como parte de los Korhan.

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