Cuando Rubén está en el mar, siente una relajación y frescura que la ciudad no le proporciona. «Me siento relajado, me siento cómodo», afirma. Aunque es profesor de historia, también trabajaba como instructor de buceo en la Comunidad Valenciana, donde lo apodan «Aquaman».
En el ámbito amoroso, su relación más significativa fue con una chica gallega. «Fue un amor de dos años, pero terminé descubriendo que yo era la tercera persona», confiesa. Desde entonces, no ha sabido o querido abrirse a nuevas relaciones. Espera que su cita en ‘First Dates’ sea una chica agradable, divertida y leal.
Rubén quiso saber por qué había venido a España y ella le ha dicho que había venido porque su madre estaba aquí y quería encontrar una vida mejor. Gabriela le contó a Rubén que ella necesitaba feeling y que era muy celosa, y no le gustaba nada que cuando estaba con un chico, este mirara a otro.
La cena comenzó hablando de lo primero que les entraba por el ojo y Gabriela ha sido muy clara “el estilo, la ropa”. A Rubén le llama mucho la atención la cara, lo que transmiten los ojos de la persona y luego ya, conocer a la persona. En su cita estaba viendo a una mujer muy bella y con un cuerpo que le resultaba muy atractivo, pero ella “lo cambiaría entero, empezando por la trenza”.
La decisión final
Rubén lo ha entendido y él se ha quedado tranquilo porque no le había gustado que fuera tan celosa. Ella tenía claro que no quería tener nada con él, pero no le ha gustado nada que él no la invitara a cenar. «Si le hubiera gustado, me hubiera pagado la cena», explicó Gabriela al programa de Carlos Sobera.
En el momento de la decisión final, Rubén le ha dicho que él si había estado cómodo, pero que no le había notado receptiva y que la esperaba en Valencia para tener una cena de amigos.