Israel se preparó este sábado para enfrentar posibles represalias de Hezbolá tras el asesinato de Hassan Nasrallah. El grupo terrorista confirmó la muerte de su líder en un ataque aéreo israelí el día anterior.

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el contralmirante Daniel Hagari, declaró a los medios que el Comando del Frente Nacional había establecido restricciones para reuniones en el centro de Israel. En varias zonas, incluidas Tel Aviv, las concentraciones se limitaron a 1.000 personas, y se prevé que se anuncien nuevas restricciones si es necesario.

Se anticipa que estas medidas afectarán las manifestaciones semanales en la ciudad, que exigen un acuerdo de rehenes con Hamás y nuevas elecciones, aunque podrían continuar en otras regiones del país, como Jerusalén. Mientras tanto, el tráfico aéreo en el Aeropuerto Ben Gurion experimentaba retrasos y cancelaciones por el temor a ataques.

En el norte de Israel, las restricciones son más severas, permitiendo reuniones de hasta 10 personas al aire libre y 150 en espacios cerrados. Las actividades laborales y educativas solo pueden realizarse si hay refugios disponibles.

Hezbolá confirmó la tarde del sábado la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, tras el anuncio del ejército israelí de que había sido eliminado en un ataque aéreo en Beirut el día anterior. La pérdida de Nasrallah representa un golpe devastador para la organización, que ya enfrenta una intensa campaña de ataques israelíes. La noticia también repercute en Irán, que pierde a un importante aliado que contribuyó a consolidar a Hezbolá como un eje central entre los grupos afines a Teherán en el mundo árabe.

El grupo terrorista afirmó en un comunicado que continuará su lucha contra Israel “en apoyo de Gaza y Palestina, y en defensa del Líbano y su pueblo firme y honorable”.

Pese a la ofensiva israelí que ha diezmado su liderazgo en las últimas semanas, Hezbolá aún no ha lanzado un ataque significativo contra Israel. Aunque los bombardeos con cohetes han sido constantes en el norte, las zonas centrales y sureñas del país no han sido objetivo de estos ataques.

No obstante, funcionarios de defensa de Israel advierten que, aunque debilitado, Hezbolá mantiene capacidades considerables que podrían representar una amenaza real para la seguridad del país.

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