En medio de una creciente tensión en el Medio Oriente, tras la ofensiva israelí y el reciente asesinato del líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, Estados Unidos se ha sumado a Italia y el Reino Unido en la implementación de medidas de evacuación.
Este sábado, el gobierno estadounidense ordenó la evacuación de los empleados «no esenciales» de su embajada y advirtió sobre posibles restricciones adicionales de viaje para su personal, debido a preocupaciones de seguridad.
En un comunicado, el Departamento de Estado destacó la «situación de seguridad volátil e impredecible en Beirut», ordenando la salida del personal no esencial contratado directamente por EE.UU. y de los familiares de los funcionarios de la misión diplomática.
Ya el viernes, Italia y el Reino Unido habían instado a sus ciudadanos a abandonar el país ante el aumento de los ataques de Israel y la escalada del conflicto en la región. «Invito una vez más a todos los ciudadanos a dejar el Líbano lo antes posible», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, a través de su cuenta en la red social X.
Por su parte, la diplomacia británica declaró en sus redes sociales: «Los ciudadanos británicos que se encuentren en Líbano deben marcharse ahora. Deben tomar el próximo vuelo disponible. Estamos trabajando para aumentar la capacidad y asegurar asientos para que los ciudadanos británicos puedan partir».
Finalmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España confirmó el pasado martes 24 de septiembre que estaba preparando «un plan de evacuación del Líbano», del cual aún no se ofrecieron detalles, pero garantizó que se implementaría en cuanto se «considere necesario, dependiendo de la evolución de los acontecimientos».
A medida que la situación en la región sigue siendo incierta, la comunidad internacional se mantiene atenta a los desarrollos, reflejando la preocupación generalizada por la seguridad y el impacto que estos eventos puedan tener en el delicado equilibrio geopolítico del área.
