El origen de esta historia se remonta, exactamente, cuarenta años atrás. El 27 de septiembre de 1984, Montilla daba un paso hacia la modernidad con la instalación de los primeros semáforos en su red viaria. Aquel jueves de comienzos de otoño, las autoridades locales y provinciales se reunieron en el cruce de Los Cuatro Caminos para inaugurar oficialmente los primeros dispositivos de control de tráfico en la ciudad, ubicados en la confluencia de las avenidas de Andalucía, Europa, José Padillo y Málaga, en plena carretera nacional Córdoba-Málaga (N-331).
Tal y como detalla Víctor Barranco en Historia de Montilla, la instalación de estos semáforos fue parte de un proyecto más amplio diseñado por Alberto Lozano, ingeniero de la Sección de Regulación de la Dirección General de Tráfico (DGT). El presupuesto, que rondó los 15 millones de pesetas, fue asumido por la DGT debido a que los cruces se encontraban en travesías y tramos de competencia nacional, principalmente en la carretera nacional N-331 y en la travesía Montoro-Puente Genil.
Innovación pionera en Andalucía
Los primeros cruces en ser regulados mediante semáforos fueron la entrada a Montilla desde la carretera Córdoba-Málaga, el cruce en la Avenida de Andalucía junto a Bodegas Alvear y el cruce de La Redonda, en la Avenida del Marqués de la Vega de Armijo. Estas intersecciones, vitales para el tráfico de la época, representaron un desafío técnico en términos de seguridad y fluidez del tráfico.
El sistema de regulación semafórica instalado en Montilla no fue simplemente una adaptación de las tecnologías existentes, sino que supuso una innovación pionera en Andalucía. Y es que en el cruce de Las Camachas, que registraba una enorme densidad de tráfico al tratarse del «camino natural» desde Madrid hacia la Costa del Sol, la DGT implementó un sistema de control de velocidad que regulaba el paso de los vehículos de una manera innovadora para la época. Así, el semáforo permanecía en rojo a menos que el vehículo que se aproximaba circulara a una velocidad inferior a los 40 kilómetros por hora, momento en el que el dispositivo cambiaba a ámbar.
Sin embargo, con el paso del tiempo y gracias a la evolución de las infraestructuras y de las políticas de movilidad, los semáforos comenzaron a perder relevancia en la gestión del tráfico. El adiós definitivo a los semáforos en Montilla llegaría 14.195 días después. O, lo que es lo mismo, 38 años, diez meses y once días desde su inauguración. Así, el 9 de agosto de 2023, la retirada de los últimos dispositivos en la zona de Los Caños representó, de algún modo, un momento simbólico para un idilio que solo duró 39 años.
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